jueves, 1 de abril de 2010

¿Otra primavera negra para Cuba?



Cubamatinal/ El ambiente tibio que señala el comienzo de una nueva estación de tiempo en Cuba, no está cargado de aroma primaveral, sino que huele a rebeldía.

Por Angélica Mora

Florida, 1 de abril/ Las autoridades del Régimen lo sienten como un escalofrío en los huesos y tienen el justificado temor que prosiga en nuevos actos de desobediencia civil en la Isla.


Incluso, el gobierno de La Habana teme alzamientos de la población civil, que ha sentido las bocanadas de aire fresco que dejan a su paso las marchas que realizan las Damas de Blanco.

Quizás por esto mismo, la Cúpula Gobernante teme que el control de la situación se les escape de las manos y para asegurarlo ha ordenado reprimir por la fuerza cualquiera nueva marcha que se produzca en la capital o provincias.

Según varias fuentes en Cuba, el martes 23 de marzo a las 5 de la tarde y hasta pasadas las 12 de la noche, se llevaron a cabo largas reuniones en el Ministerio de las Fuerzas Armadas en la Habana. Este hecho no ocurría desde fines del 2006 cuando Raúl Castro convocó a los principales mandos militares, para informarles de los problemas de salud de Fidel Castro.

En esta última convocatoria castrense se dictaron órdenes de apretar filas y mantenerse en alerta. Los guardias que custodian instalaciones del gobierno y el edificio del Comité Central y Consejo de Estado, portan armas más eficaces para enfrentar posibles actos subversivos.

Las reuniones prosiguieron en otros sectores de la dirigencia cubana. A tempranas horas de la mañana del 24 de marzo, se efectuó una con todos los delegados provinciales del Partido y del Gobierno. Al finalizar la reunión, el General Lucio Morales Sabat estableció el estado de alerta para el Ejército Occidental.

Lo que pasa es que el régimen de La Habana está aterrorizado con el revuelo que han alcanzado internacionalmente las marchas de las Damas de Blanco. Las órdenes ahora son claras. No permitir ningún tipo de manifestación de la sociedad civil cubana.

Para aplastar la efervescencia de los días pasados -con las 7 marchas realizadas por las Damas de Blanco- se está echando a correr el rumor que se iniciaría una operación como en la Primavera del 2003, para sacar de circulación “a todos los que están atentando contra el estado socialista”.

Al mismo tiempo se han dado estrictas órdenes de no permitir ninguna otra caminata de la Damas de Blanco.

Por su parte, los corresponsales extranjeros comenzaron a recibir advertencias de no cubrir ningún evento ni filmar ningún suceso en la calles de La Habana y el interior del país, so pena de ser expulsados del país.

Los embajadores de Alemania y de la República Checa han sido llamados al Ministerio del Interior y se les ha llamado la atención por la intromisión de sus subalternos en lo que el gobierno castrista califica como “asuntos internos del país”.

En estas, y otras señales de aumento de estas tácticas intimidatorias, se advierten los pataleos de ahogados de un régimen que ha sobrevivido hasta ahora por el terror.

Lo que debería percibir el Gobierno de La Habana es que con el gesto de inmolación de Orlando Zapata en su huelga de hambre, la esencia de la lucha en Cuba ha dado un gran salto al perder el miedo.

Con este elemento dejado atrás se percibe que las marchas de la oposición cubana proseguirán y cundirán, pese a la represión del gobierno y serán hasta las últimas consecuencias.

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