Por Martha Beatriz Roque Cabello
A pesar de las restricciones informativas que existen en el país, la rapidez de los medios permite conocer – aunque no con tanta celeridad como en otros lugares- los sucesos que el régimen trata de ocultar. Las informaciones pasan de mano en mano, de forma impresionante, se usa la memoria flash, un disco de computadora, una cámara fotográfica, un teléfono celular, todo sirve.
Recientemente en un juego de béisbol -la pasión nacional- celebrado en un estadio de pelota en Sancti Spíritus, ocurrió un incidente con el equipo representante de la capital (Industriales). Todos los deportistas, directivos, y entrenadores, salieron al terreno e incluso la Policía Nacional Revolucionaria intervino. Varios pequeños videos, al parecer tomados con celulares y cámaras fotográficas han estado recorriendo el país, con imágenes que muestran la violencia policial, incluso contra deportistas famosos de alto rendimiento. Se puede apreciar el uso de atomizadores sobre la cara de los peloteros, golpes con el bastón de reglamento, patadas y aplicación de técnicas de combate.
La televisión cubana, que transmitía el juego retiró las cámaras hasta que se calmó la situación, ya que en un país perfecto no pueden suceder cosas semejantes. Pero la prohibición de poder ver lo acontecido, ha rebotado como un bumerán.
De igual forma, durante varios días corría de boca en boca -la técnica que usaron los Apóstoles para evangelizar- la noticia de la destitución del general de División Rogelio Acevedo González, presidente del Instituto de Aeronáutica Civil, la que fue confirmada después por una Nota Oficial. Pasa a ocupar el cargo otro general, pero de Brigada, Ramón Martínez Echevarría, que era segundo jefe de la Fuerza Aérea. Como, siempre que sucede igual pasa lo mismo, se anuncia que al defenestrado "se le asignarán otras tareas".
Pero esa no es la única voz que rueda en el país, también se "dice" que a altos niveles se destapó un escándalo de corrupción que involucra a "figuras del gobierno", entre las que se menciona al ministro del Interior, general de Cuerpo Ejército, Abelardo Colomé Ibarra, conocido como Furry, uno de los responsables del asesinato de Orlando Zapata Tamayo. Aunque no hay confirmación oficial hasta el momento, pero como dice el refranero popular: "cuando el río suena es que agua trae". A veces es hasta el propio régimen el que divulga las noticias, y las deja algunos días enfriar para que no cojan tan de sorpresa a la opinión pública. Es un método que se ha usado en otras ocasiones y que es bien conocido por todos.
También se ha estado difundiendo una escalofriante secuencia de fotos de algunos de los muertos del Hospital Psiquiátrico de Mazorra, que muestran cuan famélicos estaban los enfermos, como sacados de un campo de concentración nazi. Se puede apreciar que habían sido golpeados, tenían escaras en el cuerpo y la mayoría sin dientes. Imágenes que desmiente lo que predica el gobierno sobre salud pública y humanidad. En cualquier otro lugar del mundo estos hechos hubieran traído como consecuencias la renuncia o la destitución del Ministro del ramo.
Un canal de la televisión nacional, transmitió el fin de semana una película sobre los últimos días de vida del dictador Francisco Franco de España, que destaca el papel del actual Rey Juan Carlos en la restauración de la democracia en ese país europeo.
A muchos ha asombrado que se permitiera pasar este film que tiene innumerables puntos de comparación con la dictadura gobernante en el país y en particular con la posición de Franco hasta sus momentos finales. Es quizás una forma, al parecer inocente, de serruchar las patas de la mesa.
Al inicio una especialista, explica el desmedido afán de este "caudillo" de fusilar y en una de sus escenas aparece el dictador fallecido caminando con movimientos de manos y cuerpos robóticos, que pudieron ser advertidos por la presentadora del programa, con las palabras: "Cualquier semejanza es pura coincidencia".
Sin embargo, conociendo la situación que vive el país, la proyección de esta cinta cinematográfica llama a la meditación, porque se puede apreciar que los seguidores de Franco, estaban conscientes de que al morirse, todo se acabaría; incluso también la familia. Como en Cuba no hay un Rey para que suceda como Jefe de Estado, si ocurriera el deceso de los hermanos dictadores; solo un grupo de militares podría, bajo condiciones especiales, instalarse en la cima. No obstante se pudiera pensar en un vacío de poder que llegaría, no solo con la muerte, sino también como consecuencia de todos los conflictos internos que se desarrollan y crecen en estos momentos en el país.
Cabría preguntarse: ¿Están las fuerzas democráticas internas preparadas para reaccionar ante una situación semejante? ¿Está la parte de la nación cubana que vive en el exilio en condiciones de apoyar la instauración de la democracia en el país?
Desde el punto de vista hipotético hay mucho escrito, pero la práctica no siempre permite el uso de la teoría. Algunos dirían es un momento de unidad, pero mientras haya dictadura no va a ser posible, la dictadura siempre usará sus poderosos medios para dividir, es un camino ya trillado; tampoco ayuda el hecho de que haya intereses diferentes.
Quizás se pueda encontrar un punto de coincidencia, aunque ha sido difícil en todos estos años, ni siquiera la Constitución de la República ha podido agrupar a los que disienten, porque la actual no sirve para un proceso de transición. Los que quieren dar coloretes al "socialismo" hablan de enmendarla, pero si dentro de una hora hubiera que tomar decisiones para comenzar la transición ¿habría tiempo para enmendar la actual Constitución? ¿Habría tiempo para redactar una nueva? ¿O sería más factible volver a aquella que teníamos cuando la dictadura tomó el poder?
Buscar un punto que concentre las fuerzas y las ideas democráticas prácticas para un momento de contingencia, es algo urgente para los que quieren que finalice el totalitarismo.
Fuente: CubaNet
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