viernes, 7 de mayo de 2010

Déborah Albardonedo o el oficio del agente literario


Armando de Armas

(Martí Noticias) - Déborah Albardonedo nace en Santiago de Compostela, en España. Estudia la licenciatura de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Después de finalizar un máster ejerce la abogacía durante varios años. Y en el 2009 funda la Agencia Literaria Albardonedo.

Armando de Armas realizó la siguiente entrevista para MartíNoticias a Déborah Albardonedo para conocer, y dar a conocer a nuestros lectores, un poco acerca del elusivo y a veces misterioso oficio del agente literario.

MN. ¿Por qué decide hacerse agente literario?

DA. Pues ante todo, por amor a la literatura. Provengo del mundo jurídico, y mis relaciones, tanto profesionales como personales, me vincularon con distintos escritores que me permitieron tomar conciencia del mundo del libro, de sus maravillas y sus defectos. En un período sabático que me concedo comienzo a colaborar con algunos de ellos y descubro mi verdadera vocación.

MN. ¿Cuándo, en qué momento surge la figura del agente literario entre las relaciones entre el autor y el editor?

DA. Bueno, precursores de la figura ya existían en tiempos de Shakespeare. En el mundo anglosajón está plenamente afianzada, aunque en el panorama latino es relativamente reciente, podemos decir que la figura nace en España con Carmen Balcells en los años 60.

MN. ¿Por qué debería el autor contar con un agente literario?

DA. El agente literario es un representante de los escritores. De principio a fin, la labor comienza con un cierto asesoramiento de los autores durante su proceso creativo, para, una vez con el manuscrito original en las manos, preocuparse de que sea publicado en las mejores condiciones. Así, tras el proceso editorial se busca la proyección de la obra con posibles reimpresiones y ediciones en otras lenguas y países, además de su transformación en otros formatos, como el cine o la televisión.

Al tiempo que gestiono los derechos de autor de una determinada obra me encargo de promocionar lo máximo posible tanto a la obra como al autor. Buscando una proyección mediática adecuada que permita al escritor ser conocido y valorado por el lector potencial.

MN. ¿Al presente, como norma, los editores prefieren tratar con el agente literario o directamente con el autor?

DA. En el mercado editorial internacional se hace imprescindible la figura del agente literario para la gestión de los derechos de autor, a lo que se añade, localmente, la reticencia cada vez mayor de las editoriales a relacionarse directamente con el escritor.

MN. ¿Cómo agente va sólo a lo seguro, con autores ya consagrados, o también va la búsqueda de nuevos talentos?

DA. Represento a pocos escritores para poder involucrarme todo lo posible con cada uno de ellos, algunos son autores consagrados, y otros, jóvenes promesas.

MN. ¿Qué le motiva más el amor a la literatura, el amor al dinero o una mezcla de ambos amores?

DA. Sin duda, el amor a la literatura. Aunque, evidentemente, desde el momento en que decides hacer de esto tu profesión el dinero se convierte en un factor a tener en cuenta.

MN. ¿Quiénes son más difíciles de tratar los autores o los editores?

DA. Ja, ja, el otro día, sin ir más lejos, una editora española bromeaba conmigo al respecto de la paciencia que yo debía de tener al tratar todos los días con escritores. Los escritores, como todo artista, como personas creativas, en general, están dotados de una personalidad singular, digamos de un cierto halo de extravagancia. Ahora bien, me gusta decir que, como en todo en la vida, hay extravagancias encantadoras, extravagancias llevaderas y extravagancias insoportables.

Los editores de hoy, son personas de negocios.

MN. ¿No cree que el mercado editorial está un tanto saturado de satánicos, enigmas, masones, vampiros y templarios?

DA. Es erróneo el pensamiento acerca de que las editoriales y/o los agentes literarios manejan el mercado buscando lo exclusivamente "comercial", es una industria, y lógicamente busca el beneficio, propiciando a los lectores lo que quieren leer. A mi parecer, la clave se encuentra precisamente en estos, en los lectores.

Y, respondiendo de forma directa a la pregunta, sí lo creo; y de hecho, el mercado se está reajustando al respecto.

MN. ¿Influye la personalidad del autor a la hora de ser contratado por un agente, por el agente Déborah?

DA. Puedo decir si a mí me influye, no puedo hablar por otros agentes. Lo que a mí me lleva a iniciar la representación de un autor es primeramente la calidad literaria y viabilidad comercial de su obra, para a continuación estudiar su proyección a largo plazo; y finalmente, lo que me lleva a hacerle una oferta de colaboración es su calidad personal.

Trabajas muchas horas con el escritor y a menudo das tu palabra en su nombre, por lo que es imprescindible que exista el buen entendimiento.

MN. ¿Cuáles son las cualidades que ha de tener un agente literario?

DA. En cuanto a requisitos, digamos "académicos", son necesarios conocimientos jurídicos, contables… aunque lo más importante a mi modo de ver es un profundo conocimiento de la industria del libro, tanto a nivel nacional como internacional (para lo que no está de más el dominio de varios idiomas). En cuanto a las cualidades personales, supongo que lo imprescindible es la pasión y el don de gentes.

MN. ¿Ayuda la belleza, además del talento, al desempeño del oficio?

DA. Creo que la "belleza" física, en todos los campos de la vida, te abre tantas puertas como te las cierra.

MN. ¿A cuántos autores representa? ¿Quiénes son?

DA. Aproximadamente, a una docena, entre los que se encuentran, como comenté anteriormente, escritores consagrados, como Montero González, Premio Azorín 2008, y jóvenes talentos con una prometedora carrera literaria por delante, como Francisco Narla, que tras su exitosa primera novela será en breve traducido, o David de Juan, Premio Internacional de Novela Ciudad de Valencia Vicente Blasco Ibáñez 2009.

MN. ¿Está al tanto de la literatura cubana?

DA. Desafortunadamente no estoy muy al tanto de los nuevos talentos cubanos.

MN. ¿Ha representado o le gustaría representar a autores cubanos?

DA. No he representado a ningún autor cubano hasta la fecha, pero no lo descarto en un futuro.

MN. ¿La literatura, nos hace mejores?

DA. Desde luego.

MN. ¿Algún sueño que Déborah Albardonedo quiera compartir con nuestros lectores?

DA. Que lleven al cine la obra de uno de mis autores. El cine es mi otra pasión.

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