ND.- En estos momentos la Asamblea Nacional realiza la primera discusión de la reforma de Ley de Tierras, que entró de manera imprevista a la agenda legislativa. En uno de los artículos de la propuesta se prohíbe la tercerización del uso de las tierras agrícolas. También prevé que se considerará latifundio, cuando señalada su vocación de uso, así como su extensión territorial, se evidencie un rendimiento idóneo menor a 80%”.
opinan los foristas
Así lo reseña El Universal:
Actualmente la plenaria de la Asamblea Nacional revisa en primera discusión la reforma de la Ley de Tierras que entró de imprevisto en la agenda legislativa, que prohíbe la tercerización del uso de las tierras agrícolas.
En la exposición de motivos, el diputado Mario Isea explicó que la reforma toma en cuenta los artículos 305, 306, 307 de la Constitución, que expresa -entre otros aspectos- que el Estado debe promover la agricultura sustentable, “por lo tanto debemos eliminar la tercerización”, dijo.
Señaló que el latifundismo se mantiene en el “capitalismo salvaje”. De allí que se impone la necesidad de un reordenamiento para que el Estado pueda intervenir en un momento de crisis alimentaria.
Según Isea, “no puede prevalecer el interés capitalista sobre los planes de desarrollo de la nación”
Entre otras cosas, la reforma establece que el latifundio será entendido de ahora en adelante como “toda aquella tenencia de tierras ociosas o incultas, en extensiones mayores al promedio de ocupación de la región, en el marco de un régimen contrario a la solidaridad social. Se determinará la existencia de un latifundio, cuando señalada su vocación de uso, así como su extensión territorial, se evidencie un rendimiento idóneo menor a 80%”. Éste se calculará de acuerdo con los parámetros previstos en la ley.
Además, plantea que la garantía de permanencia, el rescate de tierras y la expropiación agraria beneficiarán preferentemente a “los campesinos y campesinas que tengan la voluntad y la disposición para la producción agrícola en armonía con los planes y programas agrarios del Ejecutivo nacional, en atención a la función social de la tierra con vocación agrícola y al principio socialista según el cual la tierra es para quien la trabaja”.
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