domingo, 2 de mayo de 2010

LAS MANOS FEAS



Escrita por: Rabindranaz Tagore

Mamá, dijo el niño, eres Hermosa;
tu rostro es el trasunto de una diosa.
Sonrióse La madre enternecida,
Mas el niño, tornando a otras ideas,
Agregó con palabra conmovida:
Pero en cambio, tus manos ¡son tan feas!

Dijo entonces su madre: -no las mires,
si tanto te disgusta contemplarlas…-
-Es que no puedo evitarlo, dijo el niño,
Ya que al palparlas con ávido cariño,
Tengo, ¡oh madre!, al instante que apartarlas.-

El padre que hacia un rato habia llegado
llamó al niño y le dijo emocionado
Te contaré una historia, mi buen hijo.
Cierta noche dormía rozagante un niño.
Encendióse el mosquitero
y las llamas del fuego traicionero
Amenazaron la vida del infante.

La nodriza corrió despavorida;
pero la madre, valiente y decidida,
el fuego dominó a manotadas,
Salvando de las llamas a su niño,
Pero sus manos de blancor de armiño,
Quedaron sin piedad carbonizadas.
Y cuando, al final las vendas le quitaron,
Las manos desformadas le quedaron…

El niño comprendió, y en un segundo,
corrió a su madre, le besó las manos,
Diciendo con sollozos sobrehumanos:
¡No hay manos cual las tuyas en el mundo!

Saludos.
Jesus

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