sábado, 1 de mayo de 2010
Miseria HABANERA
Por EDSouza
Juan David Ferrer y Ariel Texidó. Foto: Julio de la Nuez
Por Jesús Hernández
Fuente: La Revista del Diario
Publicado el 05-01-2010
En un depauperado cine de La Habana, hoy cerrado para ser demolido algún día, conviven el sexo, el abuso y la droga como respuesta a las necesidades de la sociedad cubana. Pieza teatral que tiene por título Talco, cocaína en el argot popular de Cuba. Una mala palabra que el país niega, pero el escritor Abel González Melo, afincado de un lado y el otro de la orilla, saca a flote para darle forma a un texto que no ha presentado en la isla caribeña, pero estrena en Miami, bajo la dirección de Alberto Sarraín, en la sala Abanico.
Un travesti, un proxeneta, una prostituta y un cliente de a pie llevan las riendas de un relato realista que tiene a la miseria humana como hilo conductor. Los cuatro crecieron mientras oían hablar del hombre nuevo bajo la sombra de la desaparecida Unión Soviética, por lo que no debe ser extraño que dos personajes lleven por sobrenombres Máshenka La Dura y Javi El Ruso.
La obra crece en el primer acto apoyada en la dramatización, la fluidez de escenas y la música oportuna de fondo, pero decae atrozmente en el segundo cuando el texto obliga a viajar al pasado para destacar el humanismo y la falsedad de un personaje y el otro. Ambos tiempos matizados por la dosis imprescindible de sexo que el relato reclama y obliga a colgar el cartel de prohibido para menores, aunque parte de la representación caiga en el típico cliché de la puerta cerrada o el apagón de luces. Muestra que cuenta con la acertada escenografía de Eduardo Arrocha que tiene a los baños del cine por altar en el fondo y bajo penumbra, mientras extiende el escenario al frente con dos amplias plataformas que se adentran entre el público para acercarlo a la interpretación.
Máshenka La Dura es el travesti. Un pobre diablo que tiene al cuerpo como primera gran frustración. Peculiar personaje que Juan David Ferrer logra dominar con una admirable caracterización que fluctúa entre el humor y el dramatismo.
Javi El Ruso induce a la prostitución y vende cocaína. El tipo duro, capaz de hacer temblar a cualquiera, mientras otro no le aplique la misma técnica. Caracterización que Ariel Texidó asume con dominio, tal como todos esperamos.
Oneysis Valido es Zuleidy La Guanty, una joven guantanamera arquitecta que vive escondida en la capital cubana, indocumentada en su propio país; y asume la prostitución como el empleo que consigue. Caracterización que la actriz lleva con mejor fuerza en el primer acto, cuando ejerce la dramatización.
Asimismo, Norberto Correa, que aseguran nunca antes fue actor; sino cantante lírico, alcanza encaminar su personaje de Álvaro El Cherna, un tipo de a pie, cliente de una cosa y la otra; que demuestra su habilidad vocal al interpretar una estrofa de Katyusha, la vieja canción soviética de guerra; como punto final de la violencia del primer acto.
Talco reúne las miserias que encontramos en cualquier ciudad del mundo: sexo, drogas y prostitución, siempre acompañados de la temida deshumanización. Pero en La Habana la connotación es mayor porque está atada al autoritarismo instaurado. Un mal que el autor, ni el director aluden, pero todos sabemos leer entre líneas.
Teatro Abanico
3138 Commodore Plaza,
Coconut Grove
Teléfono 305 448 1105
Viernes y sábados: 8.30 pm
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