Por: Eduardo E. Rodríguez Candelario
Jefe de Prensa de la Delegación de la Unidad Liberal de Cuba para el Caribe y Comunicador del OCPI.
De vez en cuando aparecen ángeles en forma humana para velar y cuidar de sus hijos sumergidos en el dolor y la trajedia. Desde España nos aparece esa luz resplandeciente para socorrer a todo una nación asolado por huestes del averno.
Gracias Rosa Díez por tus multiples actos de sensibilidad y compasión, por un pueblo que a sido víctima de la insensibilidad de muchos. Un pueblo que lo única que ha conocido en su mayoría de las veces ha sido el rechazo, ofensas y la traición de los poderosos; que han podido ser la diferencia para un pequeñito hermano sumergido en un vasto marullo de resquemor.
El significado es mayor cuando mañana observamos una fecha tan sagrada para muchos, la celebración del día de las madres.
Para algunos un día de sumo alegría el poder festejarlo junto a sus seres queridos y, para otros, con el corazón dolido, depositar flores junta a la lápida de ese ser que nos dió la vida.
Muchas madres cubanas han sacrificado sus vidas en alas de un mejor vivir para Cuba y sus hijos. Por tal razón es un deber mayor recordarlas siempre.
Gracias a Dios ahora nuestro padre celestial a puesto entre los caminos de las madres cubanas una incansable luchadora, de tierra lejana, para que se termine la agresión incesante de un gente insensible y réprobo.
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