domingo, 23 de mayo de 2010
¿Y ahora qué?
La Columna de Marzo Fernández
Domingo, 23 de Mayo de 2010 03:47 Escrito por Administrador1 0 Comentarios Raúl Castro, Cardenal Jaime Ortega y Dionisio García, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba
Las crisis tanto en lo económico como en lo político que están afectando al Gobierno cubano, en el orden nacional como internacional, son de tanta magnitud, que Raúl Castro se ha visto obligada a sentarse en la mesa de negociaciones a discutir estos temas. Como se niega a reconocer la existencia de una oposición, la cual ha logrado mantener desunida, aplicando el método maquiavelista de divide y vencerás, de la misma forma que han utilizado sus simpatizantes en el exilio, no han tenido otra alternativa que sentarse con los representantes de la Iglesia Católica, a los cuales odian y desprecian y que además no le tienen el más mínimo respeto.
¿Y ahora que? ¿cuáles serán los próximos pasos?. Para buscar atenuar la actual situación, particularmente en el orden internacional y darle algún crédito a la Iglesia, sobre todo en vísperas de la próxima vista del representante del Vaticano, no tiene otra opción que ceder en algunos aspectos y estimo que será una formula intermedia, que pudiera ser la liberación de los presos que se encuentren en la mayor gravedad de salud.
Esta reunión, también puede asociarse a la poca participación que tiene Fidel en los asuntos del Estado. Creo firmemente que Fidel, en situaciones como estas, jamas se hubiera sentado a discutir con el Cardenal Ortega. Lo conoce muy bien y lo metió preso en una oportunidad.
Fidel considera a los presos políticos como una mercancía de cambio y estaría dispuesto a liberarlos a todos por los 5 espías en cárceles norteamericanas. Además, jamás hubiera aceptado ni reconocido la existencia en Cuba de presos de conciencia, para él, son mercenarios y delincuentes comunes al servicio del "Imperialismo Yanqui".
Por su parte, la Iglesia tiene la tarea de fraccionar las crisis. Es decir, discusiones aisladas con Fariñas, las Damas de Blanco, con los blogueros, con los disidentes en general con todos pero divididos, cuando todos los problemas en realidad son uno: la falta de libertades individuales en el país.
Siempre he dicho, y lo reitero en esta ocasión, que la solución del problema cubano está en Cuba. Los que estamos en el exterior nos toca la tarea de apoyar a nuestros hermanos y servir de caja de resonancia de todos los actos de barbarie que diariamente se producen en la patria. Debemos informar al mundo de la tragedia cubana por todos los medios posibles. El enemigo está en Cuba y esa es nuestra tarea, lo demás es paisaje.
Hay que estar al tanto y en guardia para evaluar los próximos acontecimientos. Confío en la inteligencia y sabiduría de nuestros hermanos que se encuentran en la primera línea de combate, la alianza Castro-Iglesia es poderosa, si podemos unirnos aquí y allá, seguro que los derrotamos. Soy optimista.
Aprovecho la ocasión, para tratar otro tema: la visita de Oyanta Humala a Cuba y su reunión con Raúl Castro. Me pregunto con qué objetivo este dirigente político peruano fue a la Isla. Hay dos posibles motivos solamente: a] Solicitar consejos, ayuda política y económica en vísperas del proceso electoral peruano y a través de La Habana solicitar el apoyo material de Chávez.
Creo que esta visita delata las intenciones y proyección política del Sr. Humala. ¿Se estará gestando un nuevo Chávez?. Veremos si visita Brasil. Muy alerta peruanos.
No se puede dejar de mencionar las elecciones de Colombia. Mi candidato es Juan Manuel Santos Calderón, soy simpatizante incondicional del Partido Social de Unidad Nacional, o Partido de «la U» y no creo en los reformistas porque son una forma encubierta del socialismo. Una plaga que aun no ha sido erradicada en el continente. A toda costa y a todo costo, hay que preservar la democracia colombiana, que ha sido el verdadero muro de contención a la expansión chavista.
Y para terminar un tema que dejo en manos del amigo Diego Trinidad: la visita del presidente Felipe Calderón a Estados esta semana. El cuestionamiento de la Ley de Arizona por parte de Calderón fue una falta de respeto a este país y una intromisión en los asuntos internos. Para que haya respeto hay que respetar.
Y como decía mi amigo Agustín Tamargo: Cuba primero, Cuba después y Cuba siempre.
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