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3 Jun 2010 Es el gobierno cubano quien tiene y debe arrepentirse, de los sufrimientos y errores que ha cometidos en contra de su pueblo. Si de verdad desea y demuestra interés por una solución justa y humanitaria, que le ahorre más lutos y sacrificios a nuestro pueblo, bienvenida sea. La solución no debe ser transitoria, que se liberen en un principio a los presos más enfermos para que puedan atenderse y así, aliviar su padecer y en algunos casos lograr su curación. La comunidad internacional vera este gesto, como el comienzo de un proceso que conduzca a la liberación de todos aquellos que se encuentran presos por sus ideas. Seguidamente deben crearse las bases para el comienzo de un dialogo con toda la sociedad cubana, donde el régimen se comprometa a eliminar las leyes y las causas que impiden a los cubanos ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión, de asociación y de organización.
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Algo ha cambiado en Cuba, pero no lo sustancial
Los que luchamos dentro de Cuba por una Republica Libre y Soberana, donde se respeten los derechos de todos sus ciudadanos con Justicia, Igualdad y Democracia, lo hemos hecho siempre con el objetivo supremo de lograr una reconciliación, que abarque a todo los cubanos por igual. En todo momento la oposición pacifica ha enarbolado la bandera del perdón y la concordia nacional, que dé comienzo a una nueva etapa que conduzca a la Nación por un proceso, donde el ser humano pueda ser visto en toda su magnitud como ente de una nueva sociedad formadora de valores y principios, por encima de cualquier ideología.
Es el gobierno cubano quien tiene y debe arrepentirse, de los sufrimientos y errores que ha cometidos en contra de su pueblo. Si de verdad desea y demuestra interés por una solución justa y humanitaria, que le ahorre más lutos y sacrificios a nuestro pueblo, bienvenida sea. La solución no debe ser transitoria, que se liberen en un principio a los presos más enfermos para que puedan atenderse y así, aliviar su padecer y en algunos casos lograr su curación. La comunidad internacional vera este gesto, como el comienzo de un proceso que conduzca a la liberación de todos aquellos que se encuentran presos por sus ideas. Seguidamente deben crearse las bases para el comienzo de un dialogo con toda la sociedad cubana, donde el régimen se comprometa a eliminar las leyes y las causas que impiden a los cubanos ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión, de asociación y de organización.
Algo ha cambiado en Cuba, pero no lo sustancial. Seis presos de la Primavera Negra de 2003 han sido llevados a cárceles cercanas a sus domicilios, sin embargos los más enfermos aun continúan sin liberar. La dictadura ha ganado tiempo y de cierto modo ha logrado crear la expectativa de un cambio favorable a un ambiente de dialogo positivo con la Iglesia católica, que pueda conducir en un futuro a la tan deseada reconciliación entre cubanos. Por otra parte la maquinaria de la inteligencia ha hecho su labor de zapa entre la oposición, con falsas promesas de mejorar la condición de aquellos presos, cuyos familiares mantengan una aptitud menos beligerantes.
Debemos considerar que el grupo de las Damas de Blanco, en un principio se integro por familiares de presos que no participaban en las actividades pacificas que estos practicaban. Su interés primordial era lograr la liberación de estos prisioneros de conciencia. Desde la incorporación de las Damas de apoyo, se crea un nuevo escenario haciéndose masivas las marchas, por tanto la atención popular ha crecido, llamando aun más la atención de la población y la prensa. A partir de la muerte de Zapata Tamayo aumenta la confrontación de las autoridades del régimen con este grupo de mujeres, que cada vez se hace más participativo y admirado por la población, gracias a su temple y valor. La táctica del régimen ha dado cierto resultado abriendo fisura entre estas valerosas mujeres, algunas piden una tregua para dar paso a las conversaciones del gobierno y la Iglesia, otras plantean seguir la presión hasta lograr la liberación de gran parte de los encarcelados o todos.
No podemos criticar a unas o a otras, todas merecen nuestro respeto y admiración, hay que tener en cuenta que en esta lucha tan desigual, el régimen sabe utilizar muy bien estas diferencias para lograr dividir a sus contrarios. Ambos propósitos son validos, ya que los dos persiguen lograr la ansiada liberación de los presos. Aquellos que crean en la confrontación y la línea más activa, deben apoyar a las que pretenden seguir marchando y asistiendo a las misas el domingo, los más moderados se encargaran de dar su aprobación a las que han apostado por la tregua. A todos nos une un mismo propósito, la liberación de todos los presos, ya que son inocentes y no deberían haber estado en prisión.
En estos momentos la presión y la solidaridad internacional juegan un importantísimo papel, esa debe ser la premisa de los que estamos en el exilio. Nuestro trabajo es mantener y tratar de aumentar esa presión y solidaridad, para lograrlo no podemos dejar de denunciar, las violaciones que se cometen en contra de los cubanos, por parte de la dictadura. El régimen debe sentir en todo momento que el mundo está monitoreando sus pasos. Esta vez la Iglesia no puede ser engañada como lo fue el Papa en el año 1998.
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