Laura Pollán (i), líder de las Damas de Blanco, familiares de los 75 opositores presos en la primavera de 2003.
(Radio Martí) - El viaje a Cuba del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti, concluyó el domingo tras su encuentro con el gobernante cubano con Raúl Castro.
Aunque la visita del Arzobispo y diplomático Vaticano a cargo de las Relaciones con los Estados, no está relacionada con las conversaciones que iniciaron hace un mes la Iglesia Católica y el gobierno cubano, su presencia en La Habana ha servido para respaldar ese proceso, que hasta ahora ha dado como resultado la excarcelación de un prisionero político parapléjico y doce trasladados de presos a cárceles cercanas a sus residencias de origen.
Representantes de la jerarquía católica cubana esperan que se produzcan más liberaciones de presos políticos. Lo mismo esperan las Damas de Blanco.
"Tenemos muchas esperanzas, somos mujeres que creemos en Dios (...) Creo que con esta visita de Mamberti tendremos un resultado", declaró el domingo Laura Pollán, portavoz del grupo, tras asistir a una misa a la que acudió el disidente Ariel Sigler, excarcelado hace una semana con una licencia extrapenal por su delicado estado de salud.
El corresponsal del diario español El País en La Habana recordó este lunes que la lista de presos políticos cubanos es de casi 190, de los cuales 55 son considerados por Amnistía Internacional prisioneros de conciencia, y 25 están enfermos, según datos del activista de derechos humanos Elizardo Sánchez.
"Todos los ojos ahora están puestos sobre ellos", indicó El País.
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