Publicado para hoy 20 de junio
En la Ciudad de Matanzas
Los Puentes de Matanzas en las Tarjetas Postales Cubanas
• Santos católicos que celebran su día el 20 de junio:
- En el Almanaque Cubano de 1921:
San Silverio, papa, Beato Francisco de Pacheco y compañeros, mártires, y Santa Florentina, virgen
- En el Almanaque Campesino de 1946:
Santísimo Corpus Chisti. San Silverio, papa, Beato Francisco de Pacheco y compañeros, mártires, Inocencio y Mario, confesores, y Santa Florentina, virgen
Antonio Guiteras y Font
(June 20, 1919-Aug. 17, 1901)
• Natalicios cubanos:
Guiteras, Antonio: -Nació en Matanzas el 20 de junio de 1819. Discípulo de Luz y Caballero en el Carraguao. Abogado que no ejerció. Viajó por Europa y Asia y a su regreso se consagró a la educación, substituyendo en la dirección del colegio La Empresa por el carácter enfermizo de su hermano Eusebio, revelándose en seguida sus grandes dotes de pedagogo. Publicó un estudio sobre “Plácido”, una parte de su traducción de “La Eneida” y numerosos artículos sobre enseñanza en “El Mundo Nuevo” de Nueva York, “Revista de Cuba” y “El Ramillete de Madrid”. Después se trasladó a Barcelona (Cataluña), cultivando las bellas letras.
El 20 de junio en la Historia de Cuba
• 1898 -
- Americanos en Santiago de Cuba. En Asserradero, Oriente, conferenciaron el general cubano Calixto García y el americano Shafter, dándole el cubano consejos precisos para la campaña contra los españoles. Desde este momento, y a tenor de aquellas directivas cubanas, se efectuó el desembarco de las tropas americanas, haciéndolo por Daiquirí. El general Shafter, jefe de los expedicionarios americanos, poco sabía del arte de la guerra y tuvo que ser asesorado por el general cubano Calixto García.
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 349-350 nos describe los acontecimientos del 20 de junio de 1898 en la Historia de Cuba:
“En vano habían clamado a lo largo de media centuria atrás los enemigos de la soberanía de España en Cuba por la ayuda oficial de los Estados Unidos. Promesas y esperanzas hubo en todo tiempo, pero la realidad era adversa. Ya por efecto de la política de los gobernantes norteamericanos, ya por obra de las argucias diplomáticas de España, el cubano no veía llegar la hora en que la patria de Washington y Lincoln amparase sus justas ansias de ser políticamente libre. Fue a fines del siglo XIX cuando la Unión determinó coadyuvar a la independencia de la Isla:
“El rumbo de las relaciones entre España y los Estados Unidos en los primeros meses de 1898 señaló claramente la proximidad de sucesos de la mayor trascendencia. Muy de prisa se acentuó la tirantez diplomática, girando todo alrededor de la guerra atroz e implacable sostenida por España contra los cubanos que bregaban por la independencia patria. El gobierno norteamericano se persuadió de que sólo una acción enérgica, realizada por medio de las armas, sería capaz de poner término a la difícil e insoportable situación creada.
“El presidente William McKinley solicitó del Congreso autorización para proceder de concierto con las circunstancias en el caso de Cuba. Y el Congreso votó la resolución conjunta por la que se declaró que Cuba era, y de derecho debía ser, libre e independiente. A ese acuerdo siguieron los aprestos bélicos. A fines de mayo de 1898 llegó a aguas de Santiago de Cuba, tras la escuadra española de Cervera, una norteamericana, reforzada por otra en el mes de junio. Así quedó establecido el bloqueo de la Isla.
“"La escuadra bloqueadora, firme en su puesto sin cesar, bañando de luz eléctrica durante la noche la estrecha entrada, disponía -escribió Enrique Piñeyro- desde los primeros del mes de vasta y cómoda base de operaciones en la magnífica bahía de Guantánamo, de la cual con poco esfuerzo se hizo dueño el Almirante, no obstante numerosos torpedos sembrados en su boca, qué, inutilizados por espesa capa de hierbas marinas y caracoles, dejaron a sus barcos pasar impunemente. De ahí en adelante sin necesidad de navegar las mil millas que lo separaban de Cayo Hueso, su antigua base, tuvo, a treinta y cinco millas no más del frente de Santiago, donde repostar sus barcos de carbón tranquilamente y reparar Sus averías."
“El esfuerzo norteamericano no consistía únicamente en la acción de la marina de guerra. Tan importante como esto, si no más, era el desarrollo de las operaciones terrestres. A ello tendieron desde luego los acuerdos entre norteamericanos y cubanos. Nada hubo que esperar al encontrarse frente a Santiago de Cuba, el 20 de junio de 1898, los buques que transportaban tropas de los Estados Unidos. Sólo fue necesario que el general Shafter y el almirante Sampson, desembarcando por Aserradero, se pusiesen al habla con el general Calixto García y acordaran el plan de ataque contra Santiago de Cuba y el desembarco de las fuerzas invasoras.”
• 1869 -
- Tuvo lugar el combate de los Caimanes, Santa Cruz del Sur.
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