
Por J. F. Cuellar (CuellarJF@aol.com)
No se como empezar. Mientras más vuelta le doy al llamado de los 74 para que los "yankis" viajen a Cuba menos lo entiendo. ¿Cómo es posible que alguien con dos dedos de frente apoye tal aberración? No me creo el cuento de poca información ni nada por el estilo, esto parece un salvavidas más para el régimen, una maniobra concertada en los salones de la Seguridad del Estado para que sus siervos exijan desde Cuba la sobrevivencia del amo que se desvanece de miedo. Esto es demasiado para callar tal ignominia.
Démosle más poder a quien lo tiene y lo abusa. Démosle más turistas para esos hoteles vacíos que los cubanos no pueden entrar, démosle las fábricas viejas y las nuevas para que sigan explotando el hambre de nuestros hijos. Que vengan los yankis, !si!, a tener en Cuba lo que aspiramos todos los cubanos -en silencio- para el futuro, porque algo dará en agradecimiento, o tal vez afloje estas cadenas que arrastramos por 50 años. Que vengan todos aunque con ello tengamos el honor de seguir siendo ciudadano de última clase.
Vengan, los esperamos con las manos y el estomago vacío, al banquete de los mendigos.
Nunca había visto tanta desverguünza, tanta aberración, tanta abyección.
Cuba no se merece tanta ignorancia
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