lunes, 14 de junio de 2010

La disidencia interna y el apoyo a los viajes de norteamericanos a Cuba

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15 Jun 2010 No se puede ofender con las mismas armas que el régimen utiliza y menos descalificar a compañeros con una trayectoria ejemplar en la lucha contra el régimen. Sobre todo, porque la mayoría de nosotros nos marchamos de Cuba sin tirar ni un hollejo de mandarina cuando nos apretó el zapato económico. Menos cuando se fue cómplice, desde las cumbres melosas de la diplomacia revolucionaria, disfrutando del singular orgasmo revolucionario que simboliza representar al régimen en Nueva York o en París.


Editorial: La disidencia interna y el apoyo a los viajes de norteamericanos a Cuba

Domingo 13 de Junio de 2010

Tomado de Diario de Cuba(DDC)


Disidente Felix Bonne, uno de los firmantes de la iniciativa. (REUTERS)
Hace unos días, numerosos activistas de la sociedad civil reaccionaron con madurez a la tramitación en Washington de una ley que autorizaría los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba. Dichos activistas enviaron una carta al Congreso de Estados Unidos para apoyar la aprobación de tal ley, convencidos de que el respeto “a todos y cada uno” de los derechos humanos “debe ser una prioridad absoluta sobre cualquier decisión política y económica”.

La lógica de la carta es aplastante. La defensa de los derechos humanos no ha de ser un mecanismo selectivo, que funcione en dependencia de intereses particulares. El hecho de que en Cuba exista una dictadura que utiliza el dinero de las remesas y del turismo para sostener el aparato represivo, no justifica la limitación del derecho de circulación de los norteamericanos. Y acudir al argumento de la urgencia de otros asuntos domésticos para devaluar este gesto equivale a levantar suspicacias innecesarias.

Está claro que la libertad de viajes no propiciará la democratización de Cuba, así como el embargo tampoco conseguirá transformar el estatu quo. La solución es mucho más compleja que estos extremos, y los derechos humanos no deberían vincularse a resultados u efectos, sino debatirse en estado puro.

Quienes han sufrido arbitrariedades durante 51 años hacen bien en denunciar, alto y claro, las violaciones en cualquier parte del mundo. Con su carta, este segmento mayoritario de la oposición interna envía a la sociedad cubana y a la comunidad internacional un nítido mensaje: no todo vale. Al asumir que “los derechos se defienden con derechos”, los firmantes muestran a una sociedad civil harta de atajos vergonzantes y de politiquería interesada.

La diversidad ideológica y generacional de los firmantes, y su actividad política y ciudadana —cada día más visible, más propositiva—, permiten creer que Cuba está hoy en mejores condiciones para enfrentar la regeneración democrática y canalizar el futuro, una vez finalizada la dictadura.

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¡Que levanten la mano los que están en contra del embargo a Cuba!

La doble moral mata

Luis Manuel de Lima



La carta enviada al Congreso de los Estados Unidos por 74 opositores al régimen cubano que piden modificar la política del embargo económico a Cuba, levanta ronchas y deja al descubierto el odio irreconciliable de grupos del exilio que se alimentan del conflicto, reaccionan como reflejo condicionado contra cualquier iniciativa que surja para mejorar las relaciones entre ambos países.

Las descalificaciones a prominentes figuras de la oposición interna vienen de sectores minoritarios, tradicionalmente conservadores que siempre actúan como si fueran el partido comunista del otro lado. Todos los cubanos tenemos derechos a opinar sobre cualquier tema y la intolerancia no debe venir de nosotros sino de los que se oponen a la libertad y la democracia. Por eso, hay que sacarse el tiranuelo que llevamos por dentro para desafiar la realidad con soluciones y proposiciones no con descalificaciones que hieren, ofenden y dividen más.

La doble moral mata pero no es el caso de los 74 que firman la carta. Ellos históricamente han mantenido la posición que expresan en la misiva, nada era secreto ni desconocido, al menos para aquellos que seguimos sin personalismo, tranquilos, pero con pasión y compromiso la evolución de la situación política de Cuba. ¡Que levanten la mano los que están en contra el embargo a Cuba! Seguro que somos la gran mayoría adentro y afuera de la Isla. Esa es la percepción de los firmantes que viven en Cuba y la mayoría han estado presos por años y saben cómo se vate el cobre.

Una cosa es el odio personal y otra es entender los grandes desafíos que tenemos como nación. Algunos que viven en los Estados Unidos y Europa les gustaría entrar en La Habana a bordo de portaviones imperiales. Los que piensan así no se dan cuenta que la guerra fría terminó y la solución nunca será aliarse con ningún tipo de imperialismo. La batalla será derrotar las viejas ideas de venganza y consolidar la unidad de acción para presentar un proyecto alternativo que incluya a todos los cubanos.

No se puede ofender con las mismas armas que el régimen utiliza y menos descalificar a compañeros con una trayectoria ejemplar en la lucha contra el régimen. Sobre todo, porque la mayoría de nosotros nos marchamos de Cuba sin tirar ni un hollejo de mandarina cuando nos apretó el zapato económico. Menos cuando se fue cómplice, desde las cumbres melosas de la diplomacia revolucionaria, disfrutando del singular orgasmo revolucionario que simboliza representar al régimen en Nueva York o en París.

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Autor desconocido

“La solución es mucho más compleja que estos extremos, y los derechos humanos no deberían vincularse a resultados u efectos, sino debatirse en estado puro”. Esta afirmación de los firmantes de la carta deberíamos reflexionar sobre ella. A más de 50 años el gobierno norteamericano y el anticastrismo se han enfrentado al castrismo con un arsenal de armas y medidas de todo tipo, hay que reconocer que el sistema totalitario sigue de pie vivito y coleando. Solo lo que ha sacado de paso al castrismo es la resistencia pacifica y la lucha por los derechos humanos, esta etapa de lucha es cualitativamente superior, donde la bravuconería, el zafarrancho de combate, la gritería y la histeria, la vida ha demostrado que no da resultado y el castrismo siempre ha ganado esa pelea porque en eso son más eficientes que sus adversarios histéricos. Esta etapa de lucha requiere de la inteligencia, la experiencia de los luchadores por la democracia por métodos pacíficos y la solidaridad internacional de todas las corrientes ideológicas, que generalmente en este siglo 21 están caracterizadas por una corriente humanista, independientemente de colores y tonalidades, por lo que nuestros compatriotas fundamentalistas, extremistas o de línea dura deberían darse cuenta que en este siglo, los embargos, bloqueos, medidas económicas son contraproducentes para lograr el apoyo internacional que necesitamos para con nuestra lucha en lograr la democratización de Cuba. Ahora tenemos que adaptar nuestras estrategias, si verdaderamente aspiramos a la libertad de nuestra patria y tenemos ejemplos de cómo adaptarnos a los nuevos tiempos, es posible que el gobierno de Zapatero tuviera buenas intensiones con relación a su política hacia Cuba, pero como la mayoría de los demócratas cubanos estábamos seguro que ellos estaban errados le caímos encima con nuestros argumentos y con nuestros berrinches y lo pusimos contra la pared, esto fue siendo nosotros de derecha izquierda o de cualquier otra ideología, Lula se puso ha hablar “bobagem” y con nuestras criticas y argumentos logramos que el parlamento brasileño federal analizara la situación de Cuba y se pronunciara así, como la opinión publica en Brasil conozca la verdadera situación de Cuba, también por primera vez logramos la solidaridad de varios partidos y organizaciones de izquierda. Pienso que ese es el camino, además de intensificar la lucha pacifica en el interior de Cuba y que se fortalezcan todas las organizaciones disidentes y de la sociedad civil de todas las corrientes ideológicas para enfrentar al sistema totalitaria e implantar un sistema verdaderamente democrático.

1 comentario:

  1. El régimen sigue "vivito y coleando" después de 51 años de turismo internacional. ¿Qué libertad ha llevado a Cuba el turismo español, canadiense, mexicano, etc? Sí, la doble moral mata, sobre todo aquellos que dicen ser disidentes y se ponen al lado de la dictadura, pidiendo lo mismo. A estas alturas creer que "vender tabacos por la izquierda" a los americanos y casarse con ellos es una libertad, pues nada me dice. ¡Qué pena que Orlando Zapata haya muerto por una causa justa, mientras otros piden lo mismo que el régimen!

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