Retrato del infierno

El preso político Luis Enrique Ferrer García, narró a su hermana Ana Belkis como languidece en la cárcel de Mar Verde , en Santiago de Cuba.

(Radio Martí) -Luis Enrique Ferrer García es un habitante del infierno. En la cárcel de Mar Verde, de Santiago de Cuba, se abrasa en una celda que comparte con otros cinco condenados. Por el día se asa al fuego lento del sol del oriente cubano. Por la noche el calor acumulado en el angosto calabozo espanta el sueño. La madrugada lo sorprende fatigado y débil. Entonces cae rendido.

Por la mañana despierta vomitando. Su estómago erosionado por una aguda gastritis no resiste ya la mala alimentación que a lo largo de siete años, cuatro meses y ocho días ha recibido de sus carceleros. Es sangre lo que expulsa algunas veces por la boca, y el dolor lo retuerce de angustia.

El alivio que pudiera resultar el agua para sus huesos artríticos, su piel deshidratada, se trueca también tortura. Cuando llegan los gendarmes, acompañados de otros reos que tiran como bestias de carga de un carromato donde trasladan unos bidones, les ofrecen tres cubetas del líquido para los seis que acezan dentro del pequeño cubículo. Debe durar todo el día. Si la beben no se podrían asear, si se enjuagan no podrían saciar su sed.

Luis Enrique Ferrer García vivía en Puerto Padre, un pueblito al norte de Las Tunas, tenía 29 años, era miembro del Movimiento Cristiano Liberación y soñaba con que las miles de firmas acumuladas por el Proyecto Varela traerían algunos cambios para el país, cuando en marzo de 2003, un operativo militar lo arrancó de su familia, y un tribunal lo condenó a 28 años de cárcel.

Este sábado, luego de que su hija María Libertad, quien nació tres meses después de que Luis Enrique cayera preso, cumpliera siete años el 15 de junio sin que su padre aparezca en la fotos, la hermana del opositor pacífico, la Dama de Blanco, Ana Belkis Ferrer García, quien habló por teléfono con Luis Enrique, hizo a Radio Martí.