viernes, 25 de junio de 2010

Un diálogo diferente

Publicado para hoy 26 de junio


Rafael Rojas, historiador y académico cubano.


(Martí Noticias) - El historiador y académico cubano, radicado en México, Rafael Rojas, afirmó este jueves que las conversaciones entre la jerarquía católica y el gobierno de Raúl Castro, iniciadas el pasado mes de mayo entrañan "una dañina tendencia a presentar ese diálogo como "nacional" o como si en el mismo estuvieran representadas todas las voces de la sociedad cubana."

"Las exclusiones de ese diálogo son evidentes, como puede comprobarse, por ejemplo, en las más importantes publicaciones de ambas instituciones: opositores o críticos liberales, democristianos o socialdemócratas son estigmatizados o silenciados en las mismas", opina Rojas en un artículo titulado "Entre comunistas y católicos, publicado en el diario español El País.

Para Rojas, autor de numerosos ensayos sobre el comunismo castrista, ese "reconocimiento" mutuo "implica el ocultamiento o la marginación de otras iglesias, instituciones o asociaciones de tipo religioso, racial o cultural, que también forman parte de esa sociedad civil".

"Salvando distancias, ese arreglo tiende a reproducir, con la hegemonía de la Iglesia católica en la sociedad civil, la hegemonía del Partido Comunista en la sociedad política", subraya.

Rojas asegura que no es la primera vez que la Iglesia y el gobierno cubano se han sentado a la mesa de conversaciones para abordar temas de interés nacional. Cita como ejemplo el diálogo del gobierno con sectores del exilio de 1978 que condujo a la liberación de 3,600 presos políticos y la apertura de las visitas familiares a la Isla.

"Hay, por lo visto, una diferencia entre la coyuntura actual y la de hace 30 años, cuando el Gobierno concedió la mayor liberación de presos políticos del último medio siglo. Entonces La Habana negociaba desde la estabilidad y la consolidación nacional e internacional; ahora debe negociar desde la incertidumbre y el cuestionamiento doméstico y foráneo. Lo peor de un sistema totalitario que negocia o aparenta negociar en su decadencia no es tanto la irrealidad de lo que pide como la precariedad de lo que ofrece a cambio de permanecer inmutable. El deterioro de los derechos políticos en Cuba es tal que ni la más generosa amnistía lo resuelve", concluye Rojas.

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