viernes, 9 de julio de 2010

Subir la parada

Publicado para hoy 10 de julio


Víctor E Sánchez
Periodista Independiente
victorernestosanchez@ymail.com

Santiago de Cuba,(www.aplopress.com) La oposición cubana tiene una oportunidad de oro. Más que oportunidad le asiste el deber de hacerle pagar al Gobierno cubano su correspondiente cuota política, por utilizar a los presos políticos, “el rostro de la represión”, para su ventajismo internacional.

Los esfuerzos y sacrificios de la oposición cubana están siendo aprovechados por sus propios adversarios políticos, que la dejaron fuera de su propio protagonismo. Sin embargo, esa situación se pudiera revertir, pero para ello, la oposición tiene que subir la parada.

Las liberaciones son el mejor argumento, de que bajo esta figura jurídica no existía razón para sus encarcelamientos, por tanto todos los presos políticos bajo igual figura jurídica a las de ellos deben ser liberados. Si las mediaciones de la Iglesia católica y el Gobierno español para que fueran liberados estos presos son consecuentes, tienen que abogar por los que quedan en las prisiones y porque no se encarcele a nadie más por esas mismas razones.

Ahora bien, la oposición es la que debe marcar las pautas, aprovechar el momento y pasar a la ofensiva. Ya es hora que una verdadera oposición política asuma su papel, no una oposición de denuncias, artículos y declaraciones. No es que no se creen corrientes de pensamientos a través de artículos de opinión, sino que se establezca una línea entre la fundamentación teórica y el liderazgo político, que son cosas necesarias, pero de actores muy diferentes.

Si se sube la parada, como señalaba anteriormente, y la oposición aumenta su activismo político, podría ganar un espacio incalculable. Un espacio que al Gobierno cubano le sería muy difícil de recuperar, sin entrar en mayúsculas contradicciones: liberar a unos y encarcelar a otros por las mismas causas. Hay que obligar al régimen a manifestarse, a comportarse tal como es, de lo contrario pudiera dar síntomas de debilidad y la oposición le pudiera pisar los cayos en estos momentos.

La oposición sabe muy bien, cuáles son los beneficios que el Gobierno cubano y sus aliados están tratando de sacar de este rejuego político. Cuando digo oposición, me refiero a los que públicamente dentro y fuera se muestran como sus líderes. Ellos son los encargados de salvar este momento histórico, enfrentar los riesgos, que la lucha política demanda y hacer que la represión se sature y que el Gobierno cubano siga pagando por ella, si se empeña en seguir violando la libertad de los ciudadanos.

¿Cómo pudiera proteger su deteriorada imagen el régimen castrista, si realiza otra oleada represiva como la del 2003? Ante la incertidumbre, la esencial seria desarrollar un verdadero proselitismo político que involucre a la población. Se hace imperativo la presentación de propuestas públicas para un programa nacional, acorde a los estándares internacionales. Eso sería muy importante en estos momentos que los ojos del mundo están puestos sobre el acontecer político cubano.

Si se pierde la emotividad, de esta supuesta victoria política sobre el régimen cubano, el costo será muy alto, pues los actores, que mantenían activo nuestro acontecer político, ponto desaparecerán, como la huelga de Guillermo Fariñas, las marchas de las Damas de Blanco y la existencia de un sinnúmero de presos políticos, de renombre internacional.

Si el Gobierno cubano se recupera de esta situación, logra sus propósitos: que se le suspenda la Posición Común y se autorice la entrada del turismo norteamericano, entonces no habrá otro momento emocionalmente importante para la oposición, hasta que no se haga pública la noticia de que unos de sus patriarcas, ya sea Fidel o Raúl, se fueron para siempre de nuestras vidas.

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