(Radio Martí) - La Iglesia Católica Cubana respondió a una carta abierta de la disidencia dirigida al Papa Benedicto dieciséis, la que considera de contenido ofensivo para la institución. En su respuesta, ratificó que no desviará su atención del reclamo humanitario de familias que han sufrido por el encarcelamiento de uno o más de sus miembros.
Una nota de prensa publicada en Palabra Nueva, expresa que cuando la Iglesia aceptó la misión de mediar entre los familiares de los presos políticos o Damas de Blanco, y las autoridades cubanas, sabía que esta mediación podría ser interpretada de las más disímiles maneras y provocar diversas reacciones: desde el insulto y la difamación, hasta la aceptación y el agradecimiento.
Continúa la nota diciendo que la acción de la Iglesia ha sido una acción que no se ha apoyado, ni se apoyará nunca en tendencias políticas, sean del gobierno ni de quienes se le oponen, sino en su misión pastoral.
En su respuesta, la Iglesia recuerda lo expresado hace unas semanas por el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede: "No es una realidad extraña, no escapa en los tiempos de dificultad. Carga con los sufrimientos y trae esperanza, con dignidad y con paciencia, sin servilismo pero también sin tratar de aumentar las tensiones ni de exacerbar los ánimos, al contrario, con el compromiso constante de abrir caminos a la comprensión y al diálogo".
Continuó citando las declaraciones del padre Lombardi, "La Santa Sede apoya a la Iglesia local con su solidaridad espiritual y con su autoridad internacional". En este sentido, "la Santa Sede se ha declarado siempre en contra del embargo, y por lo tanto solidaria con los sufrimientos del pueblo, y dispuesta a apoyar toda perspectiva de diálogo constructivo… con paciencia, se han hecho importantes progresos en esta dirección. Todos deseamos que el camino continúe", concluyó.
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