Por: Delfín Leyva
José Martí se había reunido con el General Antonio Maceo y con el General Máximo Gómez en New York, en octubre del año 1884. La reunión se celebró para explicarle a Martí en qué consistía el “Plan Maceo y Gómez”, un nuevo intento para liberar al pueblo cubano del dominio español. Esta fue la primera vez que se reunieron y rápidamente se notaron las discrepancias de Martí con los dos, y era de esperarse si tomamos en consideración que ambos generales fueron dos caudillos de la Guerra de los Diez Años. Maceo participó en más de 800 combates, al terminar la guerra su cuerpo tenía 22 cicatrices. Gómez fue el máximo estratega de esa guerra y el jefe supremo de la misma. José Martí tenía sólo 15 años de edad cuando comenzó la Guerra de los Diez Años, y a los 17 fue condenado a seis años de prisión, razón por la que no participó ni conoció a los dos colosos de esta gesta.
Por su formación, ambos generales eran autoritarios y aspiraban a constituir un gobierno donde predominara el militarismo. Martí, hombre de letras, de pensamiento liberal, civil y que nunca había tenido un arma en sus manos, no podía estar de acuerdo con este tipo de gobierno y se lo hizo saber a ambos generales. Gómez le habló muy fuerte a Martí y este ripostó con valentía y se mantuvo en su posición. Al terminar la reunión, Maceo le dijo a Gómez: “Este hombre se fue disgustado con nosotros” y así fue, Martí no participó. Meses después, los generales desistieron, por diversas razones del plan.
Cuando José Martí decide comenzar los preparativos para el nuevo intento de liberar a Cuba, sale en busca de Maceo y Gómez, y después de visitar a la madre de Maceo y a éste, obtiene su apoyo. A Gómez lo encuentra en su país natal, República Dominicana, y también logra su endoso. Las rencillas se desvanecen y Martí se siente feliz porque sabe que sin el apoyo de estos dos titanes, no podrá tener éxito en su plan.
El 11 de abril de 1895, desembarca en Playita, Cuba, junto a Gómez y un pequeño grupo después de una larga travesía. Logran conseguir a Maceo y se citan para establecer la estrategia a seguir el 5 de mayo de 1895, en el Ingenio La Mejorana. Allí se reunirían los tres grandes por primera vez en Cuba.
Comienzan los trabajos y también las diferencias. Maceo defiende su idea de formar una Junta de Generales que tenga todos los poderes. Martí aboga por la creación de un Gobierno Civil, constituido democráticamente por los delegados regionales. Ambos discuten acaloradamente y el General Gómez, que ostenta la máxima autoridad dice: “Cuba está por encima de los criterios y de las pasiones”, Gómez pensaba igual que Maceo, pero estaba consciente que tenía que respaldar a Martí, quien fue el único capaz de unir a casi todos los cubanos para comenzar la guerra donde Cuba obtendría la tan anhelada libertad. Maceo, al día siguiente, le pidió disculpas a Martí por sus fuertes expresiones. Los tres grandes pasaron revista al ejército de liberación y se dieron un abrazo en presencia de los soldados.
Había quedado consumada la unidad entre los tres grandes. Martí murió en su primer combate el 19 de mayo de 1895, pero los cimientos habían sido sabiamente edificados. Cuba fue libre, independiente y soberana como la soñó el apóstol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario