
(Martí Noticias, 04/11/10) - Ahora que los republicanos han aumentado su poder en la Legislatura, uno de los temas que analizan los expertos es cómo se verán afectadas las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
Tras asumir el cargo en el 2009 con la esperanza de cambiar algunas políticas, el presidente Barack Obama prometió un "nuevo comienzo" tras medio siglo de enemistad entre Washington y La Habana y suavizó el embargo de larga data de su país contra el régimen comunista de los hermanos Castro.
Pero las otras modificaciones esperadas se estancaron ante la poca voluntad del gobierno cubano, y según la agencia de prensa Reuters, los intentos de acercamiento podrían congelarse indefinidamente luego de que la victoria republicana en las elecciones legislativas del martes le dieron a ese partido el control de la Cámara de Representantes y avances en el Senado.
Los comicios también pusieron a una de las enemigas más fervientes del castrismo en camino para encabezar la influyente Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara.
Ileana Ros-Lehtinen, una congresista cubano-estadounidense por Florida que ha exhibido una implacable crítica al gobierno comunista cubano, se opone con firmeza a cualquier acercamiento con La Habana, subraya Reuters.
El contingente anticastrista en el Congreso se vio fortalecido además por la elección de cubanoamericanos como el senador Marco Rubio y los representantes Mario Díaz-Balart y David Rivera, todos republicanos de Florida. Además, los cubanoamericanos Albio Sires, en la Cámara, y Bob Menéndez, en el Senado, son demócratas que también apoyan el embargo.
Los partidarios de extender los contactos y el comercio con Cuba ven a Ros-Lehtinen como un obstáculo potencial a cualquier iniciativa para levantar las restricciones de viaje a los estadounidenses que deseen visitar la isla.
"Las fuerzas que favorecen las sanciones claramente se han fortalecido por los resultados de la elección", dijo a Reuters Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas.
Pero ella y otros analistas dijeron que este previsto estancamiento en el Congreso haría que la responsabilidad recaiga en el mismo presidente Barack Obama para que asuma el liderazgo en avanzar su visión de una relación reformada con Cuba, y de una sociedad más activa con toda América Latina.
Algunos observadores, señala Reuters, sostienen que la oportunidad existe luego de que el general Raúl Castro, frente a una intensa presión internacional, alcanzó un acuerdo con la Iglesia Católica para liberar y enviar al exilio a más de 50 prisioneros políticos.
Aunque se ha comprometido a no pasar al capitalismo durante su gobierno, Raúl Castro también ha introducido reformas a la economía socialista que permiten más actividades del sector privado en un intento por estimular la productividad.
"Claramente están habiendo cambios en Cuba. Si el presidente Obama quiere llevar adelante su propia política y quiere tener influencia en Cuba, sería un buen momento para un gesto recíproco", dijo Phil Peters, un experto sobre Cuba en el Instituto Lexington, en Virginia.
Peters dijo que el gobierno de Obama preparó antes de las elecciones nuevas reglas para liberalizar "los viajes no turísticos" entre ambos países, un modesto alivio del embargo que promovería los viajes y contactos culturales, deportivos, académicos y religiosos.
Pero la Casa Blanca no implementó esas reglas "por timidez política", opinó Peters en conversación con Reuters.
No obstante, Obama no puede levantar el embargo sin permiso del Congreso de Estados Unidos, y ha dicho que antes de mejorar los lazos con Cuba tiene que haber muestras claras de avances en la isla en materia de derechos humanos.
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