viernes, 26 de noviembre de 2010

Escondidos tras su miedo


Sin huellas, sin cuño y sin papeles.


(Radio Martí, 27/11/10) - El gobierno cubano gusta de castigar sin dejar huellas. No da la cara, no firma papeles, no estampa cuños al lado de cada acto que viola su propia ley, comentó Yoani Sánchez en su blog Generación Y.

Añadió Yoani que las autoridades no responden a las quejas del pueblo, y puso como ejemplo a Claudia Cadelo, autora del blog Octavo Cerco, quien aún espera respuesta de la Fiscalía Provincial a su denuncia por el apartheid cultural en la última muestra de jóvenes realizadores, en el teatro Charles Chaplin del Vedado, donde se le prohibió asistir.

Escribió también que "el agente Rodney -uno de los policías vestidos de civil que vigilaban a Luis Felipe Rojas, autor del blog Cruzar las Alambradas, sin tener una orden judicial para hacerlo- nunca dio la cara para validar o negar los tristes sucesos de noviembre de 2009 alrededor de la casa de Rojas en Holguín".

Cuenta Yoani que el escritor Dagoberto Valdés, de la revista digital www.Convivencia.es, sigue esperando una explicación de por qué no lo dejan viajar fuera de Cuba, mientras que la demanda de ella misma por los golpes y el arresto ilegal de febrero pasado ha sido recibida con el silencio.

"Son castigos que no quieren dejar evidencias", reflexiona Yoani. "Detenidos que no aparecen en la orden del día de una estación de policía, amenazas dichas de voz para que no queden huellas. Una cultura ágrafa (sin escritura) de la intimidación, de los agentes con seudónimos y la coacción que evita dejar pruebas".

La bloguera, quien aún espera poder salir del país para recoger unos galardones en Holanda y Dinamarca, remarcó que "cuando les exigimos que pongan por escrito las frases que nos gritan lejos de las cámaras y de los micrófonos, aprietan los labios y alardean de ese poder que les permite mantener el anonimato".

Afirmó Yoani que "si se les emplaza con una denuncia, apelando a la legalidad que ellos mismos han creado, entonces pasan treinta, sesenta, noventa días y nada. Ningún juez acepta una demanda contra esa institución verdeoliva que gobierna el país".

"Tanto vanagloriarse desde la tribuna, manejar palabras como valor, sacrificio y entereza, para venirse a esconder detrás de su propio miedo, para no colocar su nombre, su rostro y su convicción al lado de las atrocidades que cometen", concluyó la autora del blog prohibido en Cuba, Generación Y.

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