El Gobierno cubano sabía la importancia de una estructura municipal ciudadana que condujera las inquietudes sociales durante este periodo de discusión para el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba, por eso había que neutralizar el proyecto, descalificando a sus promotores. La estrategia empleada de no responder a sus ataques los ha puesto en evidencia ante la oposición más honesta y activa y permite presentar demandas legales por difamación contra quienes agredan moralmente a los representantes del proyecto en los países donde existe el Estado de Derecho. La Seguridad del Estado tiene que buscar la manera de actuar sin comprometerse mucho legalmente. Y en eso están, tratando de sobornar a las personas que realizan el trabajo Cuba, principalmente a los más vulnerables dentro de la oposición que se han hecho autodependientes y sirven y rinden por lo general a quienes les pagan o envía recursos desde el exterior. Eso se hace más complejo, cuando la estrategia parte del gobierno, que facilita los recursos y permite la entrada de materiales que dan la impresión de provenir de elementos muy radicales, pero que solo es un mecanismo de mantenerse dentro de los proyectos más proactivos.
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