lunes, 11 de abril de 2011

Una propuesta a considerar




Escrito por Amarilis C. Rey



Managua, La Habana



11 de abril de 2011



(PD) La revista Palabra Nueva de la Arquidiócesis de la Habana, en su última edición, correspondiente al mes de marzo, lanzó una propuesta relacionada con un tema sensible para la gran mayoría de la sociedad cubana: las reformas urgentes al sistema de salud.

Agencias de prensa acreditadas en el territorio nacional han divulgado párrafos del artículo firmado por Orlando Márquez, director de la publicación, en el que se habla del disgusto manifiesto en los últimos años de los ciudadanos dentro de la isla por el deterioro de los hospitales, el mal servicio y el robo de recursos dentro del sector.

Como de costumbre, los medios, todos al servicio del Estado y no del pueblo que los subvenciona, nada han opinado al respecto, aunque existe la promesa gubernamental de tratar el asunto de la salud pública en el VI Congreso del Partido Comunista próximo a celebrarse.

Desde hace varios años, la prensa independiente, censurada y difamada por el gobierno, ha informado de quejas y denuncias de la población sobre los malos tratos recibidos en los hospitales y el deterioro constante de las instalaciones de salud.

El punto más calamitoso de esta situación se reflejó fue la muerte por hambre y frio de 26 pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana en enero de 2010, episodio que por escandaloso tuvo que ser divulgado en los medios nacionales.

En su propuesta de reformas al sistema nacional de salud, el director de Palabra Nueva expone: “La diversificación de la propiedad, la renuncia a la propiedad estatal absoluta en algunos sectores considerados clave (…) no traerá el paraíso a la isla, pero puede ayudar en la disminución de la corrupción y a poner frenos a una amoralidad que amenaza con asfixiarnos.”

Sobre el tema, un especialista que acaba de regresar a Cuba, después de cumplir una misión como médico en un país cercano, expresó: “Es evidente que algo tiene que hacerse. Se siente mucho el contraste entre lo que hacemos fuera de Cuba ayudando a salvar vidas y lo que está pasando aquí dentro. Es cierto que tenemos muchas dificultades, que el bloqueo nos golpea, pero pienso que el valor por la profesión debe ser rescatado.”

Por su parte, la Dra. Marlene, quien nunca ha salido a cumplir misión al extranjero pero tiene quizás la más difícil, tomar el lugar de sus colegas ausentes, apuntó: “Es verdad que existen dificultades, pero también es verdad que los médicos somos discriminados en este país. Debemos trabajar muchas horas y doblar muchas guardias y en ocasiones hasta sin comer o mal alimentados. La mayoría no tiene como transportarse y nuestro salario no llega ni siquiera a un dólar diario.”

El gobierno, que lleva más de cinco decenios en el poder, considera la atención de salud gratuita como uno de sus grandes logros. Pero desde hace tiempo, muchos pacientes tratan de estimular a su médico con lo que tienen a mano, por lo que no es nada extraño que muchos concurran a las consultas externas con una jaba de viandas, frijoles, frutas, un pan con jamón, un refresco o un termo con café. En medio de las escaseces cualquier gesto se agradece.
También hay quien ha costeado por la izquierda su intervención quirúrgica, para que se efectúe con rapidez y seguridad. O quien prefiere pagar la extracción de una muela o el arreglo de un diente, con tal que el instrumental este bien esterilizado y el material empleado sea duradero.

Quizás el próximo congreso del gobernante Partido Comunista tenga en cuenta que la vida se impone, y que todo está en constante evolución. Mientras deciden, recordaré lo que me dijo un médico amigo, que hace años pudo salir de Cuba: “Pídele a Dios que no tengas que ingresar en un hospital. Pero si no te queda más remedio que ingresar, que sea por algo de vida o muerte.”

amarilisrey@yahoo.com

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