La Cinemateca en abril

Escrito por Miguel Iturria Savon


El Cotorro, La Habana


3 de mayo de 2011


(PD) Tras el reestreno de Boleto al paraíso, del primero al 5 en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba y desde marzo a mediados de abril en el Yara, ambas en El Vedado,

la meca del cine habanero retomó la diversidad de su programación, matizada por tres obras que ofrecen la versión oficial acerca del suceso de Bahía de Cochinos (17 al 19 de abril de 1961): el documental Muerte al invasor, de Manuel Gutiérrez Alea; Girón, de Manuel Herrera y Julio García Espinosa, y el animado satírico Remember Girón, de Inés de Armas.

Antes de Boleto al paraíso se exhibió, del primero al 15, una decena de películas de Tennessee Williams como homenaje al centenario del gran creador. Les siguieron en la Sala de video Charlot, los ciclos Cine de estrellas: Dustin Hoffman, del 11 al 30, alternando con Clásicos recuperados, del 17 al 29; Recordando a Gene Kelly (27 al 29), Del cine español (25 y 26) y 70 aniversario del Ciudadano Kane, el día 30 a las dos y las 5 p.m. Mientras en la Sala Chaplin estuvieron del 7 al 14 Otros estrenos de Francia, la triada citada por el aniversario 50 de Bahía de Cochinos, y Panorama del cine contemporáneo, con una decena de películas norteamericanas estrenadas en nuestra Cinemateca.

La maestría actoral del estadounidense Dustin Hoffman compensó en parte la marea política de la prensa oficial en torno a Girón y el VI Congreso del Partido Comunista. Son diez filmes de nueve directores célebres, entre ellos El graduado (1967), dirigido por Mike Nichols; Kramer contra Kramer (1979), de Robert Benton; Pequeño gran hombre (1970), de Arthur Penn; Tootsie (1982), de Sydney Pollack; Maraton Man (1976) y Sleepers (1996), ambos de Barry Levinson; Papillon (1973), de Negocios de familia (1989), de Sydney Lumet, y Todos los hombres del presidente (1976), de Alan J. Pakula.

Los clásicos recuperados que refrescaron la pantalla son también de realizadores norteamericanos, entre estos Esther y el rey; Rumbo a Tokio (filmada en 1943 por Delmer Dores), Lágrimas de triunfo, de Jeanne Eaggel y George Sydney; Sed de vivir (Vincent Minnelli, 1956), y Pasiones humanas, de Fred Zannermann, 1949).

Otros estadounidenses ilustres retornaron a la salita Charlot para alegrarnos en abril. Gene Kelly fue evocado en dos de sus memorables comedias musicales: La linda dictadora, de 1949, en la que canta y baila junto al mítico Frank Sinatra, y Valle alegre, dirigida por Charles Welters en 1950, con Judy Garland de coprotagonista.

Otras obras de la cinematografía internacional balancean las entregas de abril. Del cine español llegan dos viejas historias: Luna de miel en España, de Michael Powell (1958), con música de Manuel de Falla y actuaciones de Anthony Stell y Ludmilla Teherina, y En Andalucía nació el amor, de Enrique Eguiluz, con Dianik Zurakowska, J. L. Gallardo y Rocío Jurado.

De la filmografía francesa disfrutamos los estrenos Las horas del verano, Miradas ajenas, No estoy hecho para ser amado, Feliz y Lola, Pacto de silencio, Mi mejor amigo, El refugio y El tulipán negro.

El Panorama de cine contemporáneo trajo Rescate al alba, de Wermer Herzog; Cruzando la frontera, de Wayne Kramer; Cisne negro, de Darren Aronofsky con la premiada Natalie Portman; El cartero entra sin llamar, Gal, Los niños del fin del mundo, El barbero de Siberia y La duquesa, entre otras.

Bajo el título Tiempo de Oscar, la Sala Chaplin exhibió, además, Hueso de invierno, de Debra Granik, y La red social, de David Fincher, sobre Zackerberg, creador de Facebok, muy oportuna ante la demencial campaña de las autoridades cubanas contra quienes acceden a las nuevas tecnologías en la isla.

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