jueves, 26 de mayo de 2011
Vivir en tres siglos
Juana Bautista de la Candelaria es la persona más longeva de Cuba y probablemente una de las más ancianas del mundo: tiene 126 años y ha vivido en tres siglos distintos.
martinoticias.com 26 de mayo de 2011
Foto: EFE
"Es lo que me ha querido dar Dios".
Cuando Fidel Castro llegó al poder en enero de 1959, Juana Bautista de la Candelaria tenía 74 años, que ya es una admirable carga sobre la espalda, pero soportar 52 años más, y a punta de libreta de abastecimiento, es una verdadera heroicidad.
Juana Bautista de la Candelaria es la persona más longeva de Cuba y probablemente una de las más ancianas del mundo: tiene 126 años y ha vivido en tres siglos distintos, resistido tres revoluciones: a saber 1895, 1933, 1959. Comió boniato con harina de maíz bajo Gerardo Machado, arroz con frijoles bajo Fulgencio Batista y lo que pudo, lo que halló, bajo Fidel Castro, pero nunca fumó tabaco ni bebió ron.
Una crónica de la agencia Española de Prensa, EFE, cuenta que Juana Bautista de la Candelaria nació el 2 de febrero de 1885, según consta en su carné de identidad y en el registro civil de Campechuela, la localidad rural de la provincia oriental de Granma, donde siempre ha vivido.
En su barrio de Santa Rosa, la llaman Juana o "Candulia" y no anduvo con rodeo cuando le dijo EFE que tantos años transcurridos por su piel y sus ojos ya ciegos "Es lo que me ha querido dar Dios".
De cuerpo menudo y piel oscura -narra el cronista- esta frágil mujer, no puede caminar sola pero se mantiene lúcida y con un envidiable sentido del humor que exhibe cuando ríe con las bromas de sus familiares y vecinos o las carantoñas de sus tataranietas.
Explica la crónica de EFE que Juana Bautista de la Candelaria, sentada en una mecedora en su modesta vivienda, la anciana conversó y mostró su carné de identidad con la fecha de su nacimiento, la misma que figura en el tomo uno, folio 35 del libro del registro civil de Campechuela.
En la dirección de Justicia de la localidad, EFE pudo acceder a ese libro y al asiento que, con esmerada caligrafía a pluma, al estilo de tan remota época, refiere cómo Juana quedó registrada por su madre Cecilia, 24 días después de su nacimiento, ante el juez municipal José C. Carbonell y el secretario Juan Elías Pérez.
EFE / Ernesto Alejandro
A sus 126 años, "Candulia" ha sobrevivido a su marido y a dos de sus tres hijos: le queda Eleduvildo, de 78, que vive con ella.
Juana Bautista de la Candelaria es la mayor de trece hermanos de los que aún viven cinco y tiene seis nietos, quince bisnietos y siete tataranietos, pero confiesa que echa de menos ser joven y caminar como antes, aunque todos los días da cortos paseos ayudada por sus nietas, bisnietas o incluso su tataranieta mayor apenas siete años.
Ella y sus familiares insisten en que la longevidad de Juana no tiene secretos: toda su vida trabajó mucho en su casa para sacar adelante a su familia, dice que duerme bien, y que siempre le gustó comer, sobre todo vianda (yuca, boniato...) y carne "cuando hay".
Nunca bebió ron o fumó tabaco, lo que considera "vicios", pero le encanta el café que, según sus familiares, sigue tomando.
El único medicamento que precisa actualmente es una pastilla para la hipertensión. En los últimos años padeció dos neumonías de las que logró recuperarse, explicó su nieta Margarita, de 52 años quien también vive con su abuela.
Cuentan los familiares que le gusta escuchar la televisión -sobre todo las noticias para "estar informada"- y su impresión es que el mundo "está un poco revuelto".
En Cuba viven 1.551 personas que sobrepasan los cien años, un grupo del que Juana Bautista de La Candelaria es la "decana", según le reconoce el Club de los 120 años creado por el doctor Eugenio Selman.
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