lunes, 13 de junio de 2011

DE LA PLUSVALÍA A LA PLUS ESTAFA COMUNISTA




Francisco Chaviano González


Jaimanitas, 25 de abril de 2011/Cambio-Debate Cuba/. Carlos Marx criticó la ganancia capitalista como una extorsión del sudor obrero que definió con la palabra “plusvalía” y Lenin llevó a la práctica la “dictadura del proletariado”.

El socialismo real, como se le conoce por ser lo opuesto a su filosofía, es una maquinaria cuyo fundamento práctico es el engaño como norma y a ello dedica la mayor parte de sus esfuerzos y recursos. Su vehículo inicial fue la Internacional Socialista, que enfatiza en su himno: “…ni César, ni burgués, ni Dios…, debemos de ser los obreros, los que guiemos el tren…” Bajo este manto se fomentan los sindicatos izquierdistas caracterizados por la intransigencia y la violencia.

Cuando estas huestes llegan al poder sitúan a su caudillo entre César y Dios, y el clan que le rodea ocupa el lugar de los burgueses, de quienes se diferencian por ser malversadores, deshonestos y malos trabajadores.

Al principio el pueblo se llena de expectativas al beneficiarse con los mendrugos del despojo capitalista y algunas facilidades de empleo, educación, salud pública, pero estos estratos y la sociedad pierden su importancia, y languidecen por la desidia y los malos manejos del poder, mientras se entroniza una represión integral que siembra temor hasta para pensar.

Si en 1940 Jesús Menéndez, un conocido sindicalista de izquierda cubano desató una contienda por el diferencial azucarero, fracciones de centavos dejadas de pagar en el equivalente a las 50 libras diarias por cortador de caña; hoy el partido que representaba aquel líder obrero y por el que entregó su vida, paga la decima parte por una producción mucho mayor. Eso es además extensivo a todos los empleos, por constituir el salario medio general, menos de un dólar al día a contrapelo de lo establecido por la OIT. Para colofón desaparecen los sindicatos independientes y surge uno centralizado, que es un flagelo contra el obrero.

Los trabajadores cubanos son dependientes e indefensos ante su empleador, el gobierno y la relación establecida puede considerarse como una neo esclavitud. Esto se puede palpar en las contrataciones a compañías extranjeras ya sea en el patio o en ultramar, donde el trabajador luego de la plusvalía ya insignificante que dejó al capitalista, es despojado del 95% de su paga por el gobierno comunista, a lo que daremos en llamar plus estafa.

A estas desgracias se suman los precios exorbitantes para adquirir bienes indispensables para la vida, un par de zapatos de mala calidad cuesta el salario de dos meses, y 10 días para un pollo congelado, amén de una pequeña canasta alimentaria que pretenden desaparecer en forma peyorativa. También un gravamen sobre las remesas familiares y un impuesto draconiano para quien visite a sus familiares desde o hacia el exterior, o a los que pretendan emigrar. Además la imposibilidad de vender legalmente su casa o su viejo automóvil, estas últimas entre las prohibiciones indebidas que llevan 50 años y Raúl Castro prometió eliminar.

El pueblo vivió esperanzado con que al fin se resolverían los problemas en el VI Congreso del Partido, y como siempre terminaron defraudados, ahora trasladaron los sueños para la I Conferencia Nacional del Partido Comunista, que darán a finales del 2011. ¿Cuándo despertarán a la cruda realidad de que no harán nada?

El pasado 1ro de mayo y muchos visitantes ilusos de este mundo vinieron a Cuba a celebrar el día del trabajo codo con codo junto a los revolucionarios cubanos, sin saber que los trabajadores de este país no tienen absolutamente nada que festejar, pues están corroídos por la plus estafa comunista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario