
Lo paradójico de esta situación, es que hay que partes turísticas de La Habana muy bien restauradas.
Alberto Muller / martinoticias 17 de junio de 2011
Foto: EFE/Enrique de la Osa
Ruinas de La Habana.
"Todo se explica", como comenta Miriam Celaya, "por el odio que siente Fidel Castro por la ciudad y sus habitantes".
Las zonas de La Habana utilizadas como atracción para el turismo extranjero, bajo la administración y el loable trabajo del conocido restaurador de la ciudad, Eusebio Leal, contradicen con las zonas de la capital abandonadas por los derrumbes frecuentes de sus añejos edificios y contaminadas por los grandes depósitos abiertos de basura que subyacen en las calles como monumentos a la desidia y al abandono oficial.
Se trata de una gran ironía, según comenta Emilio Martínez, un vecino de Centro Habana entrevistado en un reportaje de Moisés Rodríguez, publicado en la página web Cubanet, de que los depósitos o grandes tarecos contaminantes tengan un letrerito por los costados que dicen, “Higiene es salud”.
Actualmente estos grandes depósitos de basura no tienen tapa, porque entre otras cosas están desbordados por la cantidad de desechos acumulados y la demora en recogerlos a paso de jicoteas.
Lo paradójico de esta situación, es que hay que partes turísticas de La Habana muy bien restaurados, con sus monumentos históricos pintados y relucientes, gracias a la labor persistente del restaurador.
Sin embargo, la otra cara opaca y sucia de la capital, muy cercana a estose monumentos restaurados por Eusebio Leal, son los montones de escombros pestilentes y enormes basureros en las calles, llenos de insectos y mosquitos que pululan por todo el resto de la cuidad.
De acuerdo a José Avalo, trabajador de la Empresa de Comunales, una de las empresas encargadas de la limpieza en la capital, a la demora en la recogida de basura, se suma la incomprensión de algunos habitantes, que se burlan del trabajo que ellos realizan.
La doctora Hilda Molina cuenta sus vivencias de la suciedad alarmante y pestilente de La Habana, cuando en su último año en Cuba (2009), antes de ser autorizada a viajar a Buenos Aires para reunirse con su madre e hijo, caminaba por las calles de su adorada ciudad..
También la intelectual cubana, Miriam Celaya, tiene un punto de vista muy crítico sobre el abandono, la suciedad y los derrumbes en La Habana. Ella cree que todo se explica por el odio que siente Fidel Castro por la ciudad y sus habitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario