Que la producción agropecuaria haya crecido 6,1 por ciento en el primer semestre del año —respecto a igual período del pasado— y las ventas cayeran 5,7 por ciento en el mismo período puede realmente resultar contradictorio.
martinoticias.com 16 de agosto de 2011
Foto: (EPA) EFE
Los mercados agropecuarios son una de las fuentes que tiene la población para cubrir parte de su dieta diaria.
Cómo es posible que crezca la producción agropecuaria y los platos en las mesas cubanas permanezcan vacíos, aunque el gobierno se haya visto obligado a erogar (gastar) más de 300 millones de dólares en importaciones de alimentos, son las interrogaciones que parecen calentarle la cabeza al reportero René Tamayo, en un artículo publicado el 13 de agosto en el diario Juventud Rebelde.
Pero para el economista independiente Oscar Espinosa Chepe, la cuestión se aclara de modo sencillo: no se puede creer en las estadísticas oficiales porque son muy deficientes, Cuba es un país en el que el 50 % de las empresas no tienen contabilidad.
Que la producción agropecuaria haya crecido 6,1 por ciento en el primer semestre del año —respecto a igual período del pasado— y las ventas cayeran 5,7 por ciento en el mismo período puede realmente resultar contradictorio.
Espinosa Chepe agregó que es un fenómeno realmente raro porque si aumentó la producción –por lo menos en volumen- debieron aumentar también las ventas, pero que es muy difícil un análisis a partir de las estadísticas cubanas.
Asegura Tamayo –basándose en esas cifras que para Chepe son dudosas- que, “en realidad, dos de estas producciones crecieron. La cosecha de frijol aumentó 48,3 por ciento —47 000 toneladas en total—; y del ganado porcino se dieron a sacrificio 78 200 toneladas, 8 400 más que en igual etapa del año anterior —aunque no ocurrió así con el vacuno, que se quedó por debajo en 4 100 toneladas —. La leche de vaca, empero, declinó: se entregaron 16 600 000 litros de menos.
En cuanto al decrecimiento, economista y reportero coinciden en que los mercados agropecuarios son una de las fuentes que tiene la población para cubrir parte de su dieta diaria. Pero aunque la lógica indicaría que sí, no ha existido una correlación directamente proporcional entre el incremento de la producción en el primer semestre y su oferta en dichos establecimientos.
La Dirección de Estadísticas Agropecuarias de la ONEI anota que las ventas en ellos cayeron 5,7 por ciento en el período. Se dejaron de ofertar 52,9 millones de pesos en comparación con igual etapa del año anterior en productos agrícolas y cárnicos.
En su artículo Tamayo indica que “los lectores pueden estar preguntándose si no es una paradoja que se crezca en la producción agropecuaria y se baje en la venta en los mercados especializados de esas mercancías, y responde. Pues sí. Tienen toda la razón. Lo lógico sería que existiera una relación directamente proporcional. Pero no ha sido así. le cueste.
Finaliza Tamayo que el buen desempeño de la esfera agropecuaria en este primer semestre lleva una tercera y última acotación. Es cierto que creció 6,1 por ciento si se compara con igual período de 2010; sin embargo, hay algo que no puede olvidarse: entonces el sector había caído 7,5 por ciento respecto a idéntica etapa de 2009.
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