Un grupo de jóvenes que escriben para la página digital Havana Times, se han agrupado para comprar alimentos a más bajos precios en mercados de barrios privilegiados de La Habana.
martinoticias.com 31 de agosto de 2011
Foto: (EPA) EFE
Dos campesinos cubanos trabajan en una parcela donde se siembran diferentes cultivos en canteros, a las afueras de La Habana.
Suerte que todavía somos jóvenes y podemos guapear con mochilas repletas hasta Alamar o el Reparto Eléctrico, pero no todo el mundo aguanta esa mecha.
Es irónico –escribe en Havana Times Erasmo Calzadilla-que los agros más maravillosos y menos caros los tenga el Estado como vitrina en los barrios más prósperos de la ciudad, donde circula bien la plata.
Luego se pregunta el comunicador: ¿Por qué semejante distribución que profundiza un abismo ya hondo? Y se responde: Con mala fe podría pensarse que para salvar a los funcionarios de alto rango que “casualmente” residen por esta zona.
Los integrantes, amigos y colaboradores de Havana Times, Erasmo, Irina, Eduardo y yo vivimos en un barrio donde la mayoría de los productos agrícolas son ofertados por vendedores privados y el costo de los alimentos es por tanto mucho mayor, subraya también en Havana Times Daisy Valera.
La cronista cuenta luego que en el centro de la ciudad existen agromercados donde los productos tienen precios más asequibles, por lo que se han organizado para hacer compras, llenando sus mochilas con la mayor cantidad de alimentos que puedan cargar y conseguir en los agros baratos del Vedado.
Recuerda Valera que por el momento han descubierto que los pepinos en Alamar cuestan el doble y las habichuelas son tres pesos más caras.
Suerte que todavía somos jóvenes y podemos guapear –señala Erasmo- con mochilas repletas hasta Alamar o el Reparto Eléctrico, pero no todo el mundo aguanta esa mecha: los viejos por ejemplo, que cada vez son más en el caimán del caribe, no clasifican.
Más adelante el joven periodista razona que “si la intención es ubicar los productos en un lugar céntrico, asequible y equidistante ¿Por qué no en Centro Habana o en Cuatro Caminos, donde malvive la gente más necesitada?
Explica también Calzadilla que tampoco resuelven gran cosa los agricultores independientes de la periferia, ni los kioscos y mercados particulares, que ostentan precios dignos de personas con FE (Familiares en el Extranjero).
Y tras asegurar que no ve soluciones en el horizonte, afirma que los próximos pasos serán organizarse y comprar alimentos al por mayor directamente a los campesinos, sin intermediarios. Y rezar porque la cosa no siga empeorando.
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