Santiago de Cuba, Parque de la Libertad (hoy Plaza de Marte) en 1945.
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Visita a Mazorra (1945)
Visita a Mazorra (1945) from Memoria de Cuba on Vimeo.
by Memoria de Cuba
El presidente Ramón Grau San Martín, realiza una visita de inspección al hospital de dementes en Mazorra. Las alumnas de la escuela de enfermería realizan un desfile.
MAZORRA
Ubicada en las proximidades del aeropuerto internacional José Martí de La Habana, se encuentra una institución hospitalaria que cumplió en 2009, ciento cincuenta y dos años de fundada. Sus instalaciones ocupan un vasto territorio del trayecto de la avenida Independencia del municipio Rancho Boyeros, por lo que se convierten en parte del primer impacto visual de todo visitante a la capital que arriba por vía aérea. Si es usted un turista ávido por la historia cubana, no debe obviar la imagen de inmaculados jardines tras la enrejada valla y deténgase unos minutos en su contemplación, pues está observando uno de los sitios más macabros de la historia cubana de las últimas dos centurias. Está frente a Mazorra, un archivo viviente de la depravación humana y lejos de la pintoresca imagen que retienen sus pupilas, descubrirá si se adentra en su historia real, un Dachau tropical perfectamente conservado.
Fundada en 1857 en los potreros Ferro, propiedad del acaudalado terrateniente José Mazorra del cual tomó el argot popular su apellido para bautizar la instalación, fue inaugurada por el entonces Capitán General de la isla, Don José Gutiérrez de la Concha. Concebida inicialmente como Asilo para negros esclavos, su destino real fue el saneamiento de las calles de La Habana, infectada por entonces de pordioseros y dementes. Los esclavos negros seniles eran abandonados por sus amos, quienes carentes de productividad y con pérdidas de sus facultades eran literalmente abandonados a su suerte. Años más tarde, se ingresaron en este sitio a perturbados mentales provenientes de toda la isla. Así el asilo fue convirtiéndose paulatinamente en Hospital de Dementes de Cuba e incluso en 1864, la representación de la metrópoli en la isla adelantándose en más de un siglo a la era castrista promulgó un bando que autorizaba el ingreso en el lugar de los tildados de vagos. A despecho de la postura de los facultativos, se hacinaron desde entonces en lúgebres mazmorras alienados y penados de diversa categoría.
Como dato interesante señalamos que aunque inicialmente se ingresaban hombres, ya en 1862 se inicia la construcción de pabellones para mujeres y que aunque desde su fundación se sucedieron en su dirección doce médicos, en el período de 1892 hasta el final de la presencia española no hubo médicos en la dirección del hospital. En 1899 comienza a dirigir el hospital el coronel médico del Ejército Libertador Dr. Lucas Alvarez Cerice quien muy poco puede hacer con el presupuesto asignado por la situación de los pacientes. A tal extremo llegaron las condiciones de hacinamiento, insalubridad y desnutrición en la época colonial, que provocaron protestas por parte de muchas personalidades médicas, como la que el Dr. D. Méndez Capote dirigiera al General Brock de las tropas de ocupación norteamericanas: "...Mazorra es un caso típico en que pueden estudiarse de una manera concreta los hechos que fueron formando la conciencia cubana hasta el grado de llegar a declarar completa y absolutamente incompatibles la administración española con el bienestar del país, poniendo así, de modo irreconciliable, las armas en manos de sus hijos.
La época republicana de 1902 a 1959 apenas modificó el status de la institución y las antiguas mazmorras fueron sustituídas por las famosas "perreras". El Hospital de Dementes mantenía los pabellones sin mantenimiento ni alcantarillado, mientras que la mayor parte del presupuesto estatal era destinado a engrosar arcas privadas. En la década de los cincuenta el centro contaba con 15 pabellones de hombres y 14 de mujeres, 1 de niños y 1 dedicado a tratamientos clínicos. La tasa de mortalidad entre los ingresados era muy alta y el número de médicos irrisorio. Durante la república las condiciones del centro pueden resumirse en un informe elaborado por el Dr. E. Valdés Castillo al asumir la direción del hospital en 1944, donde concluye: "..el mismo almacén de orates, la misma cárcel a la española, la mazmorra eterna...". Como muestra de la corrupción administrativa imperante pueden mostrarse como ejemplo los contratos privados por directores del lugar con funerarias, cuyas ganancias por la alta mortalidad producían una alta rentabilidad.
Es de señalar que durante el gobierno de Fulgencio Batista y Zaldívar, se hicieron mejoras en algunas instalaciones como la cocina pero por regla general la situación del Hospital de Dementes recuerda durante toda la república la de un campo de exterminio nazi. Durante la tiranía batistiana el hospital con capacidad para 2000 pacientes albergaba a 6500, con tratamientos apenas existentes, donde el encadenamiento era de uso frecuente. El Hospital de Mazorra fue realmente durante la época colonial y republicana una verdadera verguenza nacional.
POR: VIMEO Y IMAGENES GOOGLE
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