
Miércoles, 12 de Octubre de 2011 00:00
Escrito por Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)
Guanajay, Artemisa
(PD) Celebrada en la localidad de La Ceiba, Honduras, finalizó la Primera Cumbre de los Afrodescendientes. Fue todo lo contrario a lo que auguró el periodista cubano Pedro de la Hoz en su artículo “Los espejismos de la afroderecha”, aparecido en el periódico Granma el martes 16 de agosto.
De la Hoz es un afrodescendiente al servicio del gobierno cubano, que toca el tema racial casi por encargo y sin conciencia de sí. Pertenece a lo que el escritor y ensayista cubano, Orlando Freyre cataloga como El “afrocastrismo” –que define el ensayista cubano Orlando Freyre- tiene en este periodista de Granma uno de sus más fieles y serviles militantes.
Pedro de la Hoz catalogaba de “afroderecha” a los participantes en la reunión de La Ceiba y ponía de antemano una serie de conceptos negativos que para los menos avezados en cuestiones raciales, tanto dentro como fuera de Cuba, pueden hacer mucho daño.
Pero se equivocó una vez más como tantas veces se equivoca, al tratar de abordar un tema que le queda demasiado grande. Trata de negar, sin razón y sin perspectiva, los esfuerzos que realizan los países del continente, no precisamente pro castristas, como él quisiera, para acabar con esta estigmatización tan dañina para los descendientes de africanos.
Una serie de acuerdos fueron tomados en La Ceiba. Ninguno, como afirma de la Hoz, le hace el juego al colonialismo. Son acuerdos tomados a conciencia por los participantes que llevan en sus voces el sentir del pueblo negro americano. Acuerdos que debieran servir de ejemplo para que los parlamentarios cubanos, quienes piensan debatir la problemática racial en un próximo encuentro del partido único y su apéndice parlamentario. Bien pudieran tenerlos en cuenta, si realmente se proponen dar un mínimo de credibilidad a sus cacareados debates
Pero en Cuba no se debate de esa forma. No se podrá debatir nunca con semejante entereza la problemática racial cubana, mientras este tema sea controlado y excluyente. No será posible mientras existan conceptos de ideología supremacista blanca y egoísmo político.
Están los afrodescendientes cubanos condenados a soportar el sofisma de un prejuicio que ya toma carácter oficial y que la realidad no desmiente, porque está ahí, en la calle, en el día a día del cubano de hoy.
La Cumbe de La Ceiba desmiente y condena el afrocastrismo y le dice a las negras y negros de Cuba, que sólo bajo un régimen pluripartidista y democrático, tendrán plena legitimidad sus demandas. Mientras no sea así, continuarán los males que aquejan a un sector poblacional, cuyo retroceso social es cada vez más visible para cualquiera que mire sin miedo y sin compromisos políticos.
El basurero es poco para los que como Pedro de la Hoz, tratan de distorsionar la realidad e idealizar a un sistema sólo creíble en programas multimedia.
makandalmm@yahoo.com
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