miércoles, 13 de febrero de 2013


Leonardo Calvo Cárdenas
Cuba actualidad, Boyeros, La Habana, (PD) Al analizar los argumentos contenidos en el artículo "Claroscuros cubanos", publicado el 21 de diciembre de 2012 en el diario digital Cubanet.org bajo la firma de los destacados líderes opositores René Gómez Manzano y Félix Antonio Bonne Carcasés, no quedan dudas de que cuando se pretende opinar sobre algo serio y trascendente es necesario procurar la más completa información para no pecar de injusticia o inexactitud.
Fue sorprendente leer en el texto: "...Hace unas semanas leíamos, en la prensa independiente una información sobre un destacado afrodescendiente que tenía en su casa los retratos de varios luchadores independentistas, todos ellos de tez oscura.
Y lo que es más: ese hermano de lucha expresó de manera pública que esta última circunstancia no era fortuita, sino que los había escogido precisamente por el color de su piel".
Los autores emulan una vez más con los voceros del régimen cuando personalizan un fenómeno institucional y se refieren a los activistas antirracistas sin atreverse a mencionar sus nombres. Debe saberse que se refieren al proyecto cultural "Salón de negras y negros ilustres de Cuba", cuya primera muestra fue inaugurada con resonancia mediática global el 7 de agosto de 2009 en la sede del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) -para más señas, el domicilio de Juan Antonio Madrazo, coordinador nacional de la mencionada organización- como un modesto aporte al reconocimiento y justa valoración de la ejecutoria de importantes personajes de la política, el arte, el deporte o la religión, sin distinción de época o filiación político-ideológica.
La extrema preocupación de los autores les impide percatarse de que las acciones para enaltecer a las víctimas de la desventaja y la discriminación constituyen mecanismos esenciales para promover la justicia y la equidad, siempre afectadas por la prevalencia de poderes fácticos y hegemónicos.
¿Acaso mis estimados colegas piensan que el Día de los Niños es contra los adultos? ¿O que el Día de la Mujer es contra los hombres, o el Día de la Raza contra los europeos? ¿O que la designación del Año y Decenio Mundial de los Afrodescendientes y el trabajo del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) constituyen macabros proyectos racistas anti blancos de la Organización de Naciones Unidas?
Al referirse a la actualidad de la lucha contra el racismo los autores formulan algunas interrogantes que merecen atención: "... ¿Qué táctica debe emplearse con ese fin? En concreto: ¿Debe ser ésta una lucha de todos los cubanos contra esa injusticia —una más— que mantiene el actual régimen? ¿O debe pensarse en una acción exclusiva de los negros y mulatos?"
En primer lugar, debemos tener la valentía política, cívica e intelectual de reconocer que somos una sociedad racista donde persisten patrones mentales coloniales que reafirman y convalidan las desigualdades e injusticias. Debemos conectar con la verdad histórica libre de omisiones y tergiversaciones. Por esa razón, el CIR, en sus casi cinco años de existencia, ha promovido la apertura del debate profundo, transparente y desprejuiciado sobre estos temas de capital importancia para el presente y el futuro de Cuba.
Las versiones física y virtual del mencionado "Salón de negras y negros ilustres de Cuba", las tres ediciones del Foro académico "Raza y Cubanidad. Cuba: pasado, presente y futuro", los programas de talleres comunitarios de debate, el alcance y prestigio intelectual alcanzado por la revista Islas, especializada en el tema (www.revistaislas.com), son algunos de los proyectos encaminados a abrir la mente y los espacios a una nueva perspectiva de convivencia entre todos los cubanos sin distinción.
En segundo lugar, creo que esta debe ser una lucha compartida por todos los cubanos sensibilizados y comprometidos con la verdad y la justicia y decididos a despojarse de las monsergas racistas que solo reafirman los prejuicios y manipulaciones que falsean nuestra historia para profundizar las fracturas sociales que padecemos.
En tercer lugar, resulta inaudito pensar que algo en Cuba puede ser hecho por blancos o negros por separado. Incluso en la persistencia del racismo que padecemos tiene importancia capital el bajo nivel de autoestima e identidad que esos patrones de mentalidad colonial han logrado incorporar en el ánimo y espíritu de muchos afrodescendientes cubanos.
Me congratula poder informar a mis estimados colegas que el CIR es una organización de cubanos blancos y negros comprometidos con la búsqueda de la verdad histórica, la igualdad y la más plena integración en una sociedad sin privilegios ni excluidos, donde sus miembros trabajan para desterrar por siempre la práctica tradicional de proyectar un discurso hipócrita contra el racismo mientras se refuerzan los patrones y mecanismos que profundizan la discriminación y las desventajas que sufren los afrodescendientes.
Entre las iniciativas y proyectos impulsados por el CIR destacan la institución del premio Tolerancia Plus en su capítulo racial, la conmemoración del Día Nacional de Homenaje a los Héroes y Mártires de la Lucha contra el Racismo y por la Igualdad, cada 27 de junio -aniversario del asesinato de Evaristo Estenoz, fundador y líder del Partido Independientes de Color (PIC)-.
El CIR ha establecido fluidas relaciones de colaboración e intercambio con el movimiento internacional de promoción de los valores y derechos de los afrodescendientes. Los líderes del CIR fueron invitados a la Primera Cumbre Mundial de Afrodescendientes, celebrada en La Ceiba, Honduras, en agosto de 2011. El pasado 4 de noviembre la organización civilista se convirtió en la primera en desarrollar una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDDHH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), además de ser nominada por varias instituciones internacionales al Premio Rey de España de Derechos Humanos. El segundo Foro Raza y Cubanidad (del 24 al 26 de noviembre de 2011) contó con la participación de Juan de Dios Mosquera, líder del Movimiento Nacional Cimarrón de Colombia.
En el presente año el CIR expondrá en varias universidades de los Estados Unidos una galería fotográfica y documental sobre la Cuba real y profunda, al tiempo que dos de sus líderes participarán con sendas ponencias en el Congreso del Latin American Studies Association (LASA)
El CIR no es una organización de líderes con exceso de protagonismo y escasa de miembros y proyectos. El 20 de mayo de 2012, cinco de sus dirigentes fueron detenidos –como otras tantas veces− para frustrar su participación en el acto por el centenario del alzamiento del PIC, lo cual no impidió que varios hermanos blancos y negros llegaran al lugar para cumplir el compromiso con la historia y denunciar la persistencia del racismo institucional.
Los autores del artículo en cuestión, como tantos otros compatriotas que desde todas las tendencias ideológicas tanto se preocupan cuando los afrodescendientes cubanos nos empeñamos en despojarnos de la impuesta condición de víctimas, culpables y beneficiarios, se aferran a centenarias citas martianas para intentar impugnar los intentos de reafirmar los derechos y dignidades de los siempre excluidos.
No podemos perder de vista que por muy atinados que sean en su letra y espíritu los pensamientos del Apóstol, no constituyen fórmula mágica para combatir las injusticias que le sobrevivieron. Martí abogó mucho por el decoro y la honestidad y sus enseñanzas no han impedido la larga saga de corruptelas y venalidades que han enfermado a nuestro cuerpo social y clase política a lo largo de más de un siglo de historia independiente.
Martí, en su momento, se manifestó de forma meridiana contra el racismo como deplorable actitud humana, pero no logró implementar mecanismos concretos para combatir o eliminar los comportamientos racistas de varios de sus contemporáneos. Si el Apóstol con su altura ética e intelectual no pudo eliminar el racismo de su época, mucho menos podrá suprimir de manera automática el que hoy nos lacera.
Más allá de los discursos y frases bellas nuestra historia ha sido un triste camino de desigualdad e injusticia, no es renovando el pánico ante las manifestaciones de autoestima y protagonismo de los afrodescendientes como haremos realidad los ideales martianos, como haremos realidad la Cuba que tanto hemos soñado con todos y para el bien de todos, sin privilegiados ni excluidos.
Para Cuba actualidad: elical2004@yahoo.es
*Historiador y politógrafo

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