miércoles, 27 de febrero de 2013


Una nueva forma de empleo
MIÉRCOLES, 27 DE FEBRERO DE 2013 04:54 ESCRITO POR FRANK CORREA 0 COMENTARIOS


Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) Al perder su trabajo como inspector de transporte por reducción de plantilla, Roberto Pereira, alias el bate, puso a rodar su imaginación y se ha inventado una nueva forma de empleo: mecánico de fosforeras a domicilio. Desde muy temprano en la mañana, se mueve por los barrios marginales del municipio Playa, pregonando a viva voz su servicio.

En una mochila carga el balón de gas y los accesorios. Brinda un surtido de servicios: Llenado de gas, cambio de piedra, reparación de magnetos, renovación de rondanas y mantenimiento general al equipo, como ilustra su singular pregón ambulante:

--¡Un hogar sin fuego es una guitarra sin cuerdas... una playa sin arena...! ¡No compre una fosforera, arregle la que tiene!

Roberto ha encontrado en Romerillo, La Corbata, El Palo y La Aldea, una buena clientela. Como su servicio es de calidad, tiene buena demanda en las viejas fosforeras, además ahorra al cliente el tener que trasladarse hasta Quinta avenida o la calle Novena, donde radican los dos únicos reparadores de fosforeras de la zona, siempre con cola.

Dice Roberto que gana mucho más ahora, que cuando tenía que pasarse ocho horas parado con la tablilla en la mano, deteniendo los autos estatales para montar pasajeros en la parada. Además, ha encontrado personas serviciales, que lo invitan a pasar a su casa, donde puede trabajar cómodamente, le brindan agua fría, café, merienda. Y en ocasiones lo han invitado a almorzar.

Cuenta que una vez lo sorprendió un aguacero torrencial en La Corbata, mientras arreglaba un viejo yesquero. La zanja que delimita Romerillo con El Palo estaba desbordada, y le exigieron que se quedara a dormir. Recuerda con nostalgia que el colchón era blando y con sábanas limpias, diferente a su camastro de sacos de yute con olor a presidio.

Otro beneficio que le aporta su nuevo empleo es la buena forma física adquirida al caminar decenas de kilómetros diarios. También le han regalado ropas y zapatos de uso, y ha hecho nuevas amistades, algunas importantes, como la vendedora de pasajes de los ómnibus Yutong, que en fin de año le vendió fuera de cola un pasaje a su tía para Manzanillo, y la inspectora de vivienda, que le va a tirar un cabo con los papeles de su cuartucho.
Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

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