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Alumno golpeado por su maestra
Félix Reyes Gutiérrez
13 de febrero de 2013
Ranchuelo, Cuba – www.PayoLibre.com – El alumno Jorge Félix Contreras Baró fue golpeado por una maestra de la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Reinaldo Erice Borges, de Rodas, el 8 de febrero último, porque cometió una indisciplina.
Justo Luís Alonso, residente del lugar, dijo que la profesora Yudeimis Argüelles, jefa del grupo séptimo #3, propinó manotazos a Jorge en sus brazos y lo lanzó al suelo porque conversaba en clases con otros estudiantes.
El niño de 13 años, y raza negra, vociferó a la educadora que iba a tirarle una silla por la cabeza e intentó retirase a casa, pero Argüelles le dijo que no podía abandonar el aula hasta que no finalizara el horario escolar.
En horas de la tarde, Contreras llegó con lágrimas en los ojos a su hogar, situado en finca “La Candita”, y contó lo sucedido a sus padres, Ramón Contreras y Yasmín Baró, quienes de inmediato se dirigieron a la estación policial municipal.
Allí relataron lo sucedido a Luís Vázquez en el área de carpeta y el uniformado respondió que no observaba lesiones graves en el chico como para formalizar la acusación contra la profesora.
Al siguiente día, Contreras y Baró fueron citados para una reunión en fiscalía municipal. En el encuentro Marlén Morales, directora del centro escolar, el oficial de menores Marcos y una fiscal, replicaron que el niño era intranquilo y debían buscar su estabilidad psicológica.
Alumno golpeado por su maestra
Félix Reyes Gutiérrez
13 de febrero de 2013
Ranchuelo, Cuba – www.PayoLibre.com – El alumno Jorge Félix Contreras Baró fue golpeado por una maestra de la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Reinaldo Erice Borges, de Rodas, el 8 de febrero último, porque cometió una indisciplina.
Justo Luís Alonso, residente del lugar, dijo que la profesora Yudeimis Argüelles, jefa del grupo séptimo #3, propinó manotazos a Jorge en sus brazos y lo lanzó al suelo porque conversaba en clases con otros estudiantes.
El niño de 13 años, y raza negra, vociferó a la educadora que iba a tirarle una silla por la cabeza e intentó retirase a casa, pero Argüelles le dijo que no podía abandonar el aula hasta que no finalizara el horario escolar.
En horas de la tarde, Contreras llegó con lágrimas en los ojos a su hogar, situado en finca “La Candita”, y contó lo sucedido a sus padres, Ramón Contreras y Yasmín Baró, quienes de inmediato se dirigieron a la estación policial municipal.
Allí relataron lo sucedido a Luís Vázquez en el área de carpeta y el uniformado respondió que no observaba lesiones graves en el chico como para formalizar la acusación contra la profesora.
Al siguiente día, Contreras y Baró fueron citados para una reunión en fiscalía municipal. En el encuentro Marlén Morales, directora del centro escolar, el oficial de menores Marcos y una fiscal, replicaron que el niño era intranquilo y debían buscar su estabilidad psicológica.

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