martes, 27 de agosto de 2013

Monumentos en Santa Clara


Yoel Espinosa Medrano
miguel-geronimoCuba actualidad, Santa Clara, Villa Clara, (PD) El monumento al patriota Miguel Jerónimo Gutiérrez en el parque "La Pastora", en la ciudad de Santa Clara, recibe constantemente el maltrato de niños, jóvenes y adultos. Con profunda ignorancia desconocen la historia del abogado y periodista que estuvo entre los firmante de la Constitución de Guáimaro, en 1869.
Los dedos de la mano derecha de la escultura de mármol de Carrara ya no existen. Fueron cortados a golpe de palos.
Igual sucede en el monumento al general José Miguel Gómez, en el parque de la Audiencia.
Niños y no tan niños suben las estatuas a tamaño natural y la emprenden contra las frías figuras.
El monumento de Jerónimo Gutiérrez se emplazó el 20 de mayo de 1919. Fue costeado por los pobladores de Santa Clara. Tiene más de 9 metros de altura total y lo esculpió Ugo Luissi, un artista italiano.
Muy pocas veces ese digno mambí, que fue muerto en 1871 en la manigua, tiene flores, a diferencia de otras figuras más cercanas en la historia, a quienes se venera con idolatría.
Jerónimo Gutiérrez es un olvidado. Al menos su estatua desatendida señaliza un lugar de recuerdo.
Peor suerte corrieron las casas donde nacieron los insignes santaclareños Eduardo Machado y la Maestra Nicolasa. Estas se derrumbaron por la desatención gubernamental. Allí construyeron parques poco concurridos y azotados por el vandalismo. Las tarjas desaparecieron también.
Una ola de asaltos contra parques públicos tuvo lugar recientemente en Santa Clara. Como por arte de magia, desaparecían farolas, las partes de aluminio de los bancos se vendían en el mercado negro para fundiciones particulares y las planchas de granito se utilizaron para construir mesetas en viviendas, según reconocieron autoridades policiales.
Cultura y educación no andan juntas. Los modales están perdidos. No solo por las graves condicionantes económicas, sino por la indisciplina social que se inculca desde la casa y se transporta a la escuela y la calle, donde el hombre convive como un animal espantado.
La carencia de educación cívica, de respeto a los mayores, de dobleces en las conductas de la familia y la escuela, son las principales causas que provocan los daños a los monumentos, además de la desatención por parte del estado.
Mientras el monumento a Miguel Gerónimo y otros patriotas de insuperable actuación, enmarcados en la etapa antes de 1959, están condenados a la desaparición, obeliscos de reciente construcción, como el complejo escultórico Ernesto Guevara, el Tren Blindado y la Loma del Capiro presentan una envidiable conservación e incluso están custodiados por uniformados las 24 horas del día.
Para Cuba actualidad: yoelito001973@gmail.com
Foto: Yoel Espinosa

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