LUNES, 05 DE AGOSTO DE 2013 03:52
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![Osmar Laffita](http://primaveradigital.org/primavera/images/avatars/osmarlaffita.png)
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Todo parece indicar que al periodista Pedro de la Hoz, que forma parte del grupo más selecto del periódico Granma, se le ha asignado el reprobable papel de vocero de los sectores más ultra-ortodoxos e inmovilistas, que se ocupan de sabotear los tímidos intentos del gobierno cubano de hacer un poco más viable su fracasado modelo económico neo-estalinista mediante la implementación de los 318 lineamientos económicos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista.
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Pero ahora tenemos a Pedro De La Hoz como paladín de los grandes sectores de la población dedicados a la creación de la riqueza, dado que dichos bienes y servicios contribuyen a la satisfacción de los más necesitados, que en Cuba son la mayoría.
Uno de los soportes del igualitarismo voluntarista que impuso al pueblo cubano el régimen de Fidel Castro por más de 45 años, fue por sobre todas las cosas la capacidad de entrega colectiva que tenía como soporte las búsqueda de una falsa y demagógica prosperidad, por encima del bienestar individual, que se consideraba un maleficio burgués.
En los 6 años de gobierno de Raúl Castro, se le ha dado una implacable batida a todas las rémoras del destructor igualitarismo, el cual se refleja, por ejemplo, en una libreta de abastecimiento donde los productos normados duran cuando más una semana. Las gratuidades, con las excepciones de la educación y la salud, han pasado a ser historia. El equilibrio del déficit fiscal se resuelve en la esfera de la circulación regida por la despiadada subida de precio de los productos más perentorios para la población.
Ante la cada vez mayor precariedad material de la población, De La Hoz, en su artículo "Prosperidad es cultura" publicado en el periódico Granma, el 18 de julio, se baja con la filípica de que resulta un error asociar prosperidad con crecimiento material.
Parece que después de un largo viaje espacial, De La Hoz aterriza y se desayuna con las interrogantes acerca de que la posibilidad de tener, de acumular y ostentar, supla a la capacidad de amar y compartir. Eso, según él, conduce irremediablemente al surgimiento de un individuo diferente, ajeno a las necesidades de la población y del sacrificio que exige la sociedad colectivista.
Para reafirmar su utópica y desfasada teoría igualitarista, la emprende contra aquellos que por los bienes materiales que poseen producto del dineros que reciben por concepto de remesas, por las ganancias de sus pequeños negocios privados, o por la venta de las cosechas obtenidas en las parcelas de tierras que explotan, han elevado su nivel de vida de manera exponencial. Pero se calla y no dice nada de las ganancias obtenidas por aquellos delincuentes de cuello blanco en los negocios ilegales que realizan al amparo de los cargos que ocupan en ministerios y empresas.
Es llamativo que De La Hoz se aparezca como enemigo de la riqueza individual, que según afirma, conspira contra la proliferación y el afianzamiento los valores espirituales. Explica que por ese desmedido afán de ganar más y más, la solidaridad ha pasado a ser anatema. Achaca a los que actúan con el solo fin de buscar su bienestar particular y no de la mayoría, un mezquino egoísmo enfermizo.
El periodista silencia que los pequeños negocios privados a los que atribuye la culpa por el surgimiento de los nuevos ricos, fueron autorizados por el gobierno a finales de 2011 para descongestionar las sobresaturadas plantillas de organismos y empresas estatales, resultado del antieconómico pleno empleo.
A finales de mayo del presente año, unas 450 000 tenían licencia para trabajar en las 181 actividades autorizadas por el gobierno.
De La Hoz silencia que en los 6 años de gobierno de Raúl Castro, los 3,5 millones de trabajadores que ocupan diferentes plazas en los organismos ministeriales y empresas no han sobrepasado los17 dólares mensuales que devengan de salario mensual. El marcado retroceso en la producción de bienes ha impedido -entre otras causas- poner término a la doble circulación monetaria que acaba de cumplir 20 años, y poder subir los salarios a un mínimo de 40 dólares mensuales, lo que de todos modos estaría muy por debajo del índice de pobreza, que es de dos dólares diarios.
Tal parece que el periodista de Granma quiere retroceder a los estándares de vida existentes en los años 60, 70 y 80 del siglo pasado, donde prácticamente existía una uniformidad de los alimentos, el vestuario, etc., porque todas las mercancías solo se adquirían por la libreta de abastecimiento.
Resulta insultante para los cubanos que se ganan la vida honradamente en sus pequeños negocio que han sido autorizados por el gobierno cubano, que sean catalogados por De La Hoz como nuevos ricos, y símbolos negativos del consumismo.
El mundo está en la sociedad de la información, pero a la población cubana le falta mucho para llegar a ella. En estos momentos, en Cuba solo 74 personas poseen una computadora de mesa o una laptop por cada mil habitantes. De ellos, solo unos pocos tienen el privilegio de poder conectarse a Internet. Como el gobierno conoce que solo un segmento reducido de la población dispone de dólares, abrió en el mes de junio 118 nuevos centro de conexión a Internet a un costo de 4,50 dólares la hora. No se conoce que de la De La Hoz haya hecho un artículo sobre el particular, porque según su igualitarista visión, tal medida está dirigida a los nuevos ricos que sí tienen posibilidades de pagar tan altas tarifas.
Como los dueños de estos pequeños negocios privados gran parte del dinero que destinan a mantener la actividad comercial proviene de las remesas que le envían sus familiares radicados en el exterior, esto les posibilita no solo usar ropas que son el último grito de la moda, sino disponer de un stock para vender de manera legal. Con dicho dinero estos nuevos propagadores del gusto y el modo de vida propio del siglo XXI, compran equipos electrónicos y electrodoméstico de última generación, acceden a Internet, han aprendido a balancear sus alimentación y han dejado a un lado el consumo de la pésima comida que adquiere el resto de la población en la canasta básica y la red de establecimientos gastronómicos propiedad del Estado.
El dinero que disponen les permite hacer vida social. Ya son comunes entre ellos los encuentros de familiares y amigos los fines de semana, donde se hace una buena comida, acompañada de bebida, música y bailes. Como es natural, con los17 dólares mensuales que devengan mensualmente la mayoría de los cubanos ni soñar con esto.
Con el dinero que disponen estos pequeños empresarios, trabajadores de firmas extranjeras radicadas en Cuba, empleados de misiones diplomáticas, cumplen con los deseos de sus hijos y familiares y les costean sus fiestas de cumpleaños o de graduación. Algo que no pueden hacer la mayoría de los cubanos.
Pero todo eso y más lo hacen con un dinero que no le roban a nadie y esos artículos los adquieren en la red de Tiendas Recuperadora de Divisa (TRD), que al cierre del pasado años por concepto de estas ventas reportaron saldos de cientos de millones de dólares.
Todo esto ha sido posible por el imparable envío de remesas de los cubanos residentes en el exterior a sus familiares en Cuba, pero sospechosamente De la Hoz, el periódico Granma y el resto de la prensa oficial nunca se refieren a este asunto, lo cual indica que su patrón, el gobierno cubano, se lo tiene prohibido.
De La Hoz no quiere reconocer que la actual asimetría económica existente en la población cubana, generadora de desigualdades, no se le debe atribuir tanto al despliegue del negocio privado, como al envío de remesas del exterior.
El periodista de Granma considera que los nuevos negocios privados han propiciado el surgimiento de los nuevos ricos, pero silencia que la verdadera causa de estas desigualdades es la desastrosa política económica aplicada en estos últimos 6 años por el gobierno cubano, que ha provocado la mendicidad casi generalizada de la población y el estancamiento del progreso y bienestar de la familia cubana.
Para Cuba actualidad: ramsetgandi@yahoo.com
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