La libertad de alimentación,
una prerrogativa de los Municipios de Oposición.
Por: Walter Clavel Torres
Comisionado de Información y Prensa walterct22@yahoo.com Teléfono: 53- 52679855 Santiago de Cuba, 30 de julio del 2013 – (www.municipiosdeoposicion.com) A raíz de cumplirse los 50 años de la “Libreta de abastecimiento” que fue implantada por Fidel Castro el 12 de julio de 1963, el Municipio de Oposición de Santiago de Cuba ha realizado un trabajo investigativo para fundamentar su demanda sobre el derecho a la libre alimentación de los ciudadanos.
El trabajo de campo realizado por el Comisionado de Comercio Juan Eliseo Colin, el Comisionado de Derechos Humanos, Santiago Peral Armiñan, Walter Clavel Torres y su presidente, Rubén Sánchez demostró, que además de la incapacidad de resolverse la necesidad de alimentación con esos limitados productos, se viola el derecho de elección del consumidor de escoger su propia alimentación.
En 50 años la libreta de racionamiento, como verdaderamente debiera llamarse, a influido tanto en el pueblo cubano, que las autoridades han sustituido el verbo vender por el verbo dar, de forma premeditada y engañosa, para hacerla más benefactora. Los productos que mediante dicha libreta se otorga el derecho de compra, se dice que se te dan por la libreta. Asi da la impresión, y la mayoría de los extranjeros hasta nuestros días se lo creen, que el producto es gratuito.
El Gobierno cubano ha creado un mito sobre el subsidio de los productos de la canasta básica, y se habla de que la libreta representa una carga de 1.000 millones de dólares anuales para el gobierno. Algo que pudiera ser verdad si solo se usa como variable el precio de los productos de marras en el mercado y su precio de venta a la población. Pero si se toma en cuentas el poder adquisitivo del pueblo cubano a partir de los ingresos provenientes del Estado, entonces no hay ningún subsidio.
Aunque muchos ven algo positivo en la libreta de “abastecimiento”, porque es capaz de distribuir un tanto equitativa la miseria. Sin embargo, lo peor es su mecanismo de control a través de la alimentación, pues estaba circunscripta al lugar de residencia. En un momento dado en el país no había otro medio alternativo de alimentación, que no fuera por medio de la “cuota”, como se le conocía a este macabro medio de racionamiento alimenticio.
En la actualidad las estructuras administrativas y orgánicas del país han cambiado un poco y hay otras alternativas para conseguir los alimentos. A partir de la instauración de la venta en monedas convertibles y del CUC cubano, con valor y uso similar a las divisas, se pueden adquirir de forma liberada los mismos productos y más, que los de la libreta de “abastecimiento”.
La libreta sigue teniendo su rol de control de movimientos, pero a lo que más agrede es a la libertad de alimentación. Si muchos están preocupados por su incidencia social en los más desposeídos de la sociedad cubana, pues que se subsidie directamente a las personas como se hace en muchos países del mundo, no al producto y que no se le imponga al ciudadano que debe y que no debe comer. Eso no es incumbencia del Estado. Por tanto, el Municipio de Oposición de Santiago de Cuba presenta la situación actual de la libreta de racionamiento en esta localidad, como preámbulo a la Demanda Social que someterá ante el Poder Popular sobre la libertad de alimentación. Debe aclararse que la oferta de productos puede variar de un sitio a otro, tanto positiva como negativamente. La cuota puede variar con más o menos productos, de los relacionados en la tabla que presentamos a continuación.
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lunes, 5 de agosto de 2013
una prerrogativa de los Municipios de Oposición.
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