martes, 12 de noviembre de 2013

¿Cuál bloqueo será peor?

Osmar Laffita
bruno rodrigez wikipediaCuba actualidad, Capdevila, Boyeros, La Habana, (PD) El embargo impuesto por Estados Unidos al gobierno cubano ya dura más de 50 años, pero su comportamiento no ha sido siempre lineal.

El periodo que duró hasta la desaparición del socialismo real y la desintegración de la Unión soviética parece se le ha olvidado a los dirigentes cubanos.
En ese periodo de 30 años, el embargo que interrumpió de manera abrupta el comercio entre los Estados Unidos y Cuba, no era visto entonces como un mal mayor para la población cubana, como ahora, que ha sido redimensionado por mil.
En aquella época, un torrente de dinero y recursos de todo tipo llegaban a Cuba de los países de Europa del Este. El gobierno cubano pagaba a precios subsidiados, lo que posibilitó -con las deficiencias y trabas consustanciales a los regímenes de economías centralizadas- el progreso en la producción de bienes, en los servicios básicos y una expansión en la educación, la salud pública, el deporte y la cultura.
Para el Estado, el gobierno, el Partido Comunista, sus organizaciones satélites, la prensa oficial, para todos ellos, el tema del embargo era algo de poca monta; por lo general nadie se refería a él, a no ser cuando necesitaban achacarle la culpa de algo.
Había un bienestar razonable. Con el salario que se devengaba alcanzaba para cubrir las necesidades más perentorias y sobraba dinero para satisfacer gusto y divertirse, aunque por lo general no era mucho.
Ahora sucede que para el gobierno cubano, el embargo estadounidense es un monstruo de cien cabezas que en su marsupio guarda los designios más perversos que como un mago del infierno más ardiente lanza en todas las direcciones.
El gobierno culpa al embargo norteamericano de todas las penalidades que sufre el pueblo cubano. Las autoridades cubanas, según afirman, hacen lo indecible para mitigar esos maleficios y dedican todos sus recursos para que los daños que provoca "el genocida y criminal bloqueo" no hundan en la pobreza total al pueblo.
La Habana afirma y denuncia por todos los medios y en los foros internacionales que los promotores del embargo hacen lo indecible para que no llegue ningún recurso al pueblo cubano con el objetivo de liquidar al gobierno. Pero tal como se han comportado las cosas con las administraciones del presidente Barack Obama y de sus predecesores William Clinton y George W. Bush, parece que el embargo es como una gran obra de teatro, dividida en muchos actos.
Propia del teatro bufo es la falsa afirmación que hizo el canciller cubano Bruno Rodríguez Parilla durante su intervención en las Naciones Unidas, el pasado 29 de octubre, cuando dijo: "Estados Unidos no es socio comercial de Cuba, como afirman desvergonzadamente sus representante [...] No puede serlo el Estado al que no se puede exportar ni comprar productos o servicios, ni usar dólares en nuestras transacciones".
Los hechos ponen en total ridículo al jefe de la diplomacia cubana. Parece que se le olvidó que el ex-gobernante Fidel Castro, en el año 2001, autorizó la compra a empresas agrícolas norteamericanas de alimentos por centenares de millones de dólares pagados al contado.
A ese dinero hay que sumarle el costo de la trasportación marítima, los recargos bancarios por terceros países y otros gastos derivados del envío de esas mercancías a Cuba.
Un negocio leonino en una sola dirección, favorable a "los genocidas norteamericanos", porque el gobierno cubano no les puede vender ni tan siquiera una caja de tabaco, una botella de ron, un saco de azúcar o varias libras de café Pilón.
Todo indica que a Bruno Rodríguez le leyeron bien la cartilla antes de salir de La Habana, porque pasó deliberadamente por alto que en el periodo 2001-2012 la empresa cubana Alimport compró alimentos a los Estados Unidos por un monto de 3 000 976 de dólares, lo que representó unos 331 millones de dólares como promedio anualmente. Esto ha ubicado a los Estados Unidos como el quinto socio comercial de Cuba, a pesar del embargo vigente desde 1962.
Una muestra de ese pujante comercio en una sola dirección lo tenemos que en el 2008 se efectuaron compras por una cifra record de 710 millones de dólares.
Los alimentos que normalmente le compra Cuba a los Estados Unidos son pollo congelado, maíz, frijoles, arroz, trigo y alimentos para el ganado.
El canciller Bruno Rodríguez, en su intervención en las Naciones Unidas, acusó al gobierno de los Estados Unidos de ser responsable de no abrir negocios en Cuba que crearían miles de empleos.
Pasó por alto el canciller varios aspectos.
En el año 2002 funcionaban en Cuba 400 asociaciones económicas internacionales, pero el gobierno de Fidel Castro comenzó a partir de 2003 a aplicar una política de cierre sistemático de dichas asociaciones, debido a los ventajosos acuerdos comerciales firmados con Venezuela, China y Brasil. Como resultado de esta absurda y antieconómica política de centralización, se detuvo el proceso de apertura que se había iniciado en los años noventa, al extremo de que en el año2004 se disolvieron 40 asociaciones y se aprobaron solo 10.
El gobierno de Raúl Castro, a partir de 2009, empezó a intentar detener esa negativa tendencia de cerrar esas asociaciones internacionales.
En el año 2011 había en Cuba 230 asociaciones internacionales, una cifra similar a las existentes en 2005.
Es decir, el hecho de que no haya inversiones directas extranjeras ni empresas mixtas no se puede atribuir, como afirma el canciller cubano, al embargo, sino al cierre a todas las bandas del gobierno cubano a la inversión extranjera, que directa o mixta, es la única que proporciona capital fresco y tecnología, genera empleos y pudiera sacar del estancamiento a la economía cubana.
Resulta risible y grotesca la afirmación de Rodríguez Parrilla ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas de que el embargo norteamericano obstaculiza el amplio acceso a Internet. Parece que al canciller cubano se le olvidó que después de estar listo el cable submarino de fibra óptica que conecta a Venezuela, Cuba y Jamaica, permaneció casi dos años inactivo porque el gobierno cubano le niega el libre acceso a Internet a la población cubana.
¿Cómo se puede hablar de que el embargo norteamericano obstaculiza el normal desarrollo de las comunicaciones en Cuba, cuando por concepto de cobro de llamadas internacionales y recargas de de los 1,7 millones de abonados a la telefonía celular el pasado año la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), tuvo una entrada de 545 millones de dólares?
¿De qué embargo habla Bruno Rodríguez a la telefonía fija, celular, Internet y la TIC cuando funciona un cable submarino de fibra óptica con una capacidad de 650 gigabytes, de banda ancha y 3000 de velocidad de conexión y para responder a esa nueva tecnología funcionan en Cuba 680 centrales telefónicas, de ellas 603 digitales, estas últimas con capacidad de asimilar miles de líneas telefónica fijas y de conexión de Internet en los hogares sin ningún problema?
El verdadero embargo o bloqueo lo tiene aplicado el gobierno al pueblo cubano en el sector de las comunicaciones y la TIC.
Al cierre del pasado años se reportó que había en Cuba 918 692 teléfonos fijos en el sector residencial (una densidad de 10,8 teléfonos por cada 100 habitantes), 1,7 millones de abonados a la telefonía celular (87 abonados por cada 100 habitantes). Una y otra cifra fueron las más bajas reportadas el pasado año en el hemisferio occidental.
En cuanto a la conexión a Internet, la situación es escandalosa. En 2011 había en Cuba 783 000 computadoras (70 por cada 1000 habitantes). De ellas, solo 467 000 estaban conectadas a la red interna, que no puede tener acceso a Internet.
Resulta falsa la información que brinda la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de que 2 610 000 cubanos al cierre de 2011 habían tenido acceso a Internet. ETECSA no brinda ese servicio a los que tienen telefonía fija. La conexión a la red de redes solo es posible en los hoteles o en los 118 centros de navegación en todo el país que brindan este servicio. Lo menos que cuesta la hora de conexión en los primeros es entre 6 y 10 dólares, mientras que en los segundos es 4,50 dólares. En ambos casos, algo realmente prohibitivo para la mayoría de los cubanos, cuyo salario mensual no sobrepasa los 17 dólares.
Foto: Wikipedia
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

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