Huye o muere
Aquí, no hay por qué luchar, no hay nada que salvar y no hay mesías que venga a rescatarnos
ANDRÉS F. SCHMUCKE G. | EL UNIVERSAL
sábado 4 de enero de 2014 12:00 AM
El 28 de diciembre tres tipos se metieron en casa de mi abuela en Barquisimeto. La encañonaron y la robaron; a ella, una doña de 85 años, y a mi papá, un hombre de 64 años operado del corazón. ¿Cómo alguien me pude decir después de eso que Venezuela es un país hermoso y su gente es chévere? Gracias a Dios los choros tuvieron compasión de mi par de viejos y no los agredieron, porque bien sé que la aventura podo haber terminado mal. Mi abuela y mi papá la están contando, pero hay muchas abuelas, muchos papás, mamás, hijos, hermanos, novios y esposos que no la cuentan y se transforman en una estadística más para la abultada lista de asesinatos del año.
Yo sigo e insisto en esto: el 2014 es el año de largarse de Venezuela (yo lo pienso hacer). Aquí, perdónenme, no hay por qué luchar, no hay nada que salvar y no hay mesías que venga a rescatarnos. Aquí lo que queda es que los malandros sigan matando, que las cosas sigan escaseando y que el gobierno actual siga haciendo las cosas mal. Entonces creo que es mejor aventurarse e irse. Quizás afuera no consigas harina para hacer arepas, pero prefiero sacrificar eso y sentirme seguro, a comer arepas y no salir de mi casa por miedo.
Entiendo que no todos se pueden ir, entiendo también que no todos se quieren ir y respeto esas posiciones. Pero yo comprendí, hace un tiempo, que no hay futuro para mí en el país que me vio crecer y que me formó. Entiendo que en Venezuela vivo un tiempo prestado que me permite el hampa y que lo único seguro es que en cualquier momento un malandro te va a venir a fregar.
Aquí les dejo el deseo más sincero que puedo regalarles para este 2014. No es una ironía, es nuestra verdad: lo que les deseo para este año nuevo es que no los mate ningún malandro. Salud, dinero y sexo no son tan importantes si estás muerto.
@andy_schmucke
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