LUNES, 03 DE FEBRERO DE 2014 00:18
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Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) Los jóvenes en Cuba sienten una singular repugnancia por el anacrónico sistema castro-comunista. Así lo manifiestan en escuelas, zonas rurales, fábricas, hospitales y plazas públicas.
El régimen de ordeno y mando impuesto a la nación en 1959 por los comunistas, aunque ha emprendido algunas "reformillas" para limpiar su horrible imagen de crímenes y arbitrariedades, no ha dejado de ser una férrea dictadura. Los más de 70 000 ciudadanas y ciudadanos que constituyen la población penal, en un país de poco más de 11 millones de habitantes, lo demuestran.
En la isla un muchacho, para comprarse un pantalón de alguna calidad, debe desembolsar 20 CUC (500, moneda nacional). Esto resulta abusivo, porque es una cantidad que está muy por encima del salario promedio de los trabajadores.
Por otra parte, las principales opciones recreativas conque cuenta la juventud son casi siempre eventos festivos donde se venden bebidas alcohólicas a altos precios. En muchos de los locales cerrados en que éstos se realizan la entrada cuesta mucho más que el precio de todos los productos alimenticios que el gobierno oferta en la canasta básica mensual.
Tal vez sea por eso que muchos jóvenes buscan esparcimiento en lugares donde abundan las peleas de perros y gallos y las ilegales carreras de caballos y de autos. También se dedican a destruir la propiedad estatal, como por ejemplo los teléfonos públicos, o vuelcan los contenedores de basura.
Acceder a la Internet todavía constituye en Cuba un privilegio de los hijos de los altos dirigentes del Estado y del reducido sector que recibe remesas desde el exterior. Una hora de conexión en la red de redes cuesta 4,50 pesos convertibles, suma con la que se compran 22 libras de arroz, por lo que pocos muchachos tienen la posibilidad real de conectarse con el mundo de la información.
No sorprende el hecho de que la mayoría de los jóvenes cubanos aspiren a casarse con turistas extranjeros o a huir del país. Por lo general, las razones son económicas o políticas. Las prohibiciones en las esferas de la economía y la política aún están presentes en una sociedad donde los impuestos al diminuto sector privado son abusivos y en la que se coartan las libertades fundamentales.
Una de las particularidades del sistema que más rechaza la juventud es el afán de los dirigentes del Partido Comunista de imponer su extemporánea ideología, que no se corresponde con la situación en que vive la población. Tampoco ofrece recetas para resolver los problemas que enfrentan las personas de entre 16 y 30 años de edad.
Para la inmensa mayoría de los jóvenes no se vislumbra un futuro mejor mientras en el país gobiernen los representantes del castrismo. Basta escucharlos para percibir su frustración y desesperanza.
Un duro golpe para ellos lo constituyó la reciente prohibición –a los trabajadores por cuenta propia- de comercializar artículos de calidad importados, sobre todo ropa y calzado de moda.
A pesar de que la Reforma Migratoria puesta en vigor en enero de 2013 autoriza los viajes de muchos nacionales al extranjero, la mayoría de los jóvenes no cuentan con dinero suficiente para lograr dicho propósito. Los salarios en la isla son irrisorios y apenas alcanzan para la alimentación.
Resulta una utopía para un joven trabajador cubano poder comprar un auto, ahora que el régimen amplió las posibilidades de compra-venta. Tendría que emplear el salario de diez o quince años para poderlo adquirir en los comercios estatales, donde únicamente se comercializan. Además, está obligado a demostrar la manera "lícita" en que obtuvo los recursos para materializar su aspiración.
Increíblemente los programas educacionales y el andamiaje propagandístico de la dictadura comunista tienen como objetivo fundamental formar muchachas y muchachos obedientes que no cuestionen las decisiones gubernamentales. A éstos se les impide pensar por sí mismos y se les obliga a acatar los dictados del Partido único y de su ala juvenil, la oficialista Unión de Jóvenes Comunistas.
Están prohibidas en el país organizaciones juveniles independientes del Estado totalitario. Las que existen -como la Asociación Hermanos Saiz, que agrupa a jóvenes intelectuales- obligan a sus integrantes a supeditar la creación y su labor en general a la línea ideológica del gobernante Partido Comunista.
Estas son las razones por las que la juventud cubana, a pesar de que está obligada a simular su apoyo al régimen, lo desprecia. El incremento de la emergente sociedad civil, integrada por muchos jóvenes, y el aumento de las protestas públicas, lo evidencia. Basta escuchar la letra de las canciones de no pocos miembros del movimiento de rap, como Los Aldeanos o Escuadrón Patriota, para convencerse de ello.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
Foto: Oscar Sánchez Madan
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
Foto: Oscar Sánchez Madan
