MARTES, 15 DE ABRIL DE 2014 00:51
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Cuba noticias, Ciego de Ávila, (PD) Miguel Sardiñas Rodríguez y Teresita Rodríguez Prado, padres del joven con síndrome de Down Michael Sardiñas Rodríguez, recientemente fallecido, acusa al personal médico de la sala de terapia intermedia del hospital provincial "Doctor Antonio Luaces Iraola", de la ciudad de Ciego de Ávila, de ser los responsables directos de su muerte.
Según su testimonio en documento enviado a la Dirección Provincial de Salud de Ciego de Ávila y a la Dirección del referido hospital, de quien no han recibido respuesta, el fallecimiento de su hijo está vinculado directamente a negligencias y malos tratos del personal médico de la sala antes mencionada, a pesar de las llamadas de alerta de los familiares y quejas de las que nunca hicieron caso. Dicho personal minimizó la situación del paciente y dilató exámenes que pudieron salvar la vida del joven de haberlos realizado a tiempo.
Afirma Teresita Rodríguez que en el mes de enero, ante un estado febril prolongado, Michael fue ingresado en la sala de medicina, donde fue atendido correctamente y se le diagnosticó amigdalitis, que fue tratada de inmediato con penicilina. Días después, al continuar la fiebre, le indicaron radiografías, en las que se detectó reforzamiento en los pulmones. Luego se le descubrió Staphylococcus aureus, que le produjo un soplo y endocarditis.
Dada la complicación del caso, fue trasladado a la sala de terapia intermedia, donde todo el tiempo fue reportado de muy grave, razón por la que aún hoy no comprenden por qué no fue ingresado en terapia intensiva.
Precisa la fuente que su hijo nunca fue visitado por un especialista de cuidados intensivos. Esta función la realizaron los estudiantes y residentes de la carrera, para luego discutir con los profesores.
Michael comienza a perder sus reflejos, no habla ni quiere alimentarse. Ante la sospecha de una parálisis, acuden a los galenos, quienes dan poca importancia al caso y alegan que tales síntomas son consecuencia de los medicamentos. Pasados tres días y ante la insistencia de los familiares y acompañantes de otros pacientes, deciden realizarle una tomografía axial computarizada, para lo cual el traslado se demora por la ausencia de un camillero, función que suplen el padre y otros familiares.
Los exámenes en el somatón confirmaron la sospecha de los familiares: Michael llevaba varios días con una hemorragia cerebral que le produjo la parálisis del lado izquierdo de su cuerpo y otras funciones. De inmediato, y sin la previa preparación que requieren estos casos, es trasladado a la sala de cuidados intensivos del hospital de la ciudad de Morón, donde es atendido por neurólogos y neurocirujanos. Para ese entonces Michael había caído en un coma del que no saldría.
Los galenos afirman se perdió mucho tiempo. Allí, después de una esmerada atención, no logran salvar su vida. Las negligencias cometidas en la sala de terapia intermedia del hospital de Ciego de Ávila impidieron toda posibilidad de salvación. Eso fue ratificado por los especialistas médicos de Morón.
A modo de conclusión, los progenitores de Michael afirman estar conscientes del estado de gravedad de su hijo, y sabían que podían esperar lo peor, aunque a pesar de padecer síndrome de Down este cooperó con el personal médico en todo momento, pero lamentablemente no recibió la atención adecuada, lo cual lo convirtió en víctima de la negligencia de profesionales que enturbian la tan cacareada imagen de potencia médica del sistema de salud pública cubano.
Ambos esperan que las autoridades gubernamentales tomen las medidas pertinentes para que otros padres no sufran como ellos una pérdida irreparable. "Es inconcebible que mientras miles de galenos cubanos salvan cientos de vidas en otras latitudes, los cubanos seamos víctimas de negligencia y malos tratos", concluyó la fuente.
Para Cuba noticias: valdirobe2012@gmail.com
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