Campesinos se muestran escépticos con el primer mercado mayorista en décadas
'Las reformas son una cosa y todas las regulaciones son otra. Nada funciona como ellos dicen que será. Prometen mucho', dice un agricultor de Artemisa.
El Gobierno abrió este domingo el primer mercado mayorista en décadas, un "experimento" limitado a la comercialización de suministros agrícolas en una región, informa Reuters.
Aun cuando el sector agrícola ha sido uno de los más liberalizados dentro de las tímidas reformas orientadas hacia el libre mercado, el Gobierno importa más del 60 por ciento de los alimentos que se consumen, en parte porque los agricultores dependen de la asignación y distribución estatal de suministros subsidiados.
La producción oficial no ha aumentado de manera significativa desde que comenzaron las reformas hace seis años.
Pero, a partir de este domingo, en la Isla de la Juventud, donde viven unas 60.000 personas, los agricultores pueden comprar los suministros no subsidiados que estén en venta. Se les ofrecerá contratos para producir ciertas cosechas y venderlas al Estado.
El economista Armando Nova ha argumentado por años que los agricultores necesitan comprar sus insumos, cultivar lo que quieran y vender en un mercado abierto. "La agricultura es cíclica. Usted necesita cerrar el ciclo de reformas para trabajar y ahora ver lo que significa la inversión", dijo.
Incredulidad nacional
El agricultor Ibraín Vibes, de 43 años y quien heredó su finca en la provincia de Artemisa, fue escéptico.
"Las reformas son una cosa y todas las regulaciones son otra. Lo sientes como si la tierra se sigue moviendo bajo nuestros pies. Nada funciona como ellos dicen que será. Prometen mucho", dijo.
Vibes se quejó de una ofensiva gubernamental sobre el combustible que se vende en el mercado negro y dijo que le estaba obligando a comprarlo al precio de venta de 4,50 dólares por galón o perder las hectáreas de malanga.
Otros consideran positivas las reformas, pero aún decepcionantes.
"Quiero saber lo que paga el Estado por el combustible, y otros insumos, y comparar eso con estos precios", dijo otro agricultor quien se identificó como Carlos y pidió no revelar su apellido. "Sin precios justos nada funcionará", agregó.
Carlos, quien tiene un camión Ford clásico con motor reconstruido, chequeó el anuncio de herbicidas, pesticidas, fertilizantes y otros productos ya a la venta en la Isla de la Juventud sentado en su nueva casa, la más grande con respecto a las restantes en el barrio.
Y afirmó que gracias a las reformas estaba ganando más dinero transportando alimentos para otros agricultores que por la producción de su granja, pero que estaba en su casa porque no podía encontrar combustible a un precio razonable.
"Esta lista (de productos) se ve bien, pero vamos a ver qué realmente está disponible en tres meses y qué sucede cuando el experimento se extienda a nivel nacional", dijo.
"Además, no incluyen el más importante insumo agrícola, el combustible diésel", agregó.
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