viernes, 25 de julio de 2014

Cubaraw propone una mirada

Cubaraw propone una mirada

Lía Villares, 'Mercado de Cuatro Caminos'. (CUBARAW)
Lía Villares habla de la agencia fotográfica para uso del periodismo independiente que ha fundado, junto a otros, en La Habana: Cubaraw.
La galería independiente El Círculo se anuncia y la policía empieza a temer. Y es que en el proyecto de Luis Trápaga  y Lía Villares  confluyen  —como permite todo círculo que se respete— muchos elementos conflictivos.
Luis Trápaga ha sido acusado en varias ocasiones de ser un "cabecilla contrarrevolucionario". Sus ideas y su obra lo delatan. Sin embargo, a pesar de su pareja Lía Villares —que sí realiza activismo cívico―, Luis es más neutral, sin dejar lo político a un lado, pues todo arte que ignore su potencial social se niega a sí mismo. Todas sus etapas pictóricas: abstracciones, manipulación del cómic y obras más conceptuales rozan la crítica social, lo político mezclado a una sexualidad que genera y proyecta la agresividad que nos empeñamos en negar.
Con la galería El Círculo ya tuvo su experiencia de censura más concreta. Cuadros confiscados en la aduana, policías en las esquinas, amenazas y más citaciones de la Seguridad del Estado.
"¿Qué experiencia de censura han tenido últimamente?", le pregunto a Lía Villares quien organiza la primera exposición de El Círculo después de su inauguración aplazada.
"Empezamos a tener inconvenientes para imprimir las imágenes. Nos pareció que un negocio privado se adecuaba más a nuestras necesidades, en cuanto a calidad y profesionalidad. Quizás no tomamos las medidas de seguridad más elementales, pero es que la libertad se empieza a perder por ahí. Si disientes con el Gobierno, tienes que esconderte como si fueras un delincuente para hacer la cosa más tonta: si eres artista, no puedes tener tu propio proyecto, y sobre todo, no puedes intentar hacer llegar al público interesado tu propuesta."
"Enseguida la Seguridad del Estado fue a amenazar al dueño del negocio. Le dijo que nosotros éramos 'connotados disidentes' y contrarrevolucionarios. La realidad es que podría perder el negocio. Lo curioso es que este hombre ―sin sabernos disidentes― fue extremadamente amable con nosotros e incluso llegó a hacer todo el trabajo, que a pesar de ser muy caro estábamos dispuestos a pagárselo porque era un buen trabajo. Luego nos dijo que no éramos bienvenidos allí y que habíamos quedado muy mal con él. Un típico despechado. No dio explicación de nada más y simplemente nos jodimos."
Los amigos del artista y las ideas que generan
Orlando Luis Pardo Lazo genera nombres y proyectos tanto como se lo permite su histrionismo. VocesGeneración 0Havaneciendo (aún inédito),The Revolution Evening PostPaís de Píxeles.
CubaRaw ―ahora dirigida por Silvia Corbelle, Claudio Fuentes y Lía Villares― también surgió de su iniciativa, en el 2009. País de Píxeles es su precedente más importante. Con este evento se creó una base de datos para ser consultada por el periodismo independiente. Creó una fuente de fotografía social y participaron fotógrafos, periodistas. Los resultados se colgaron en la web, se hizo un concurso y una expo en Estado de Sats.
¿En qué consiste CubaRaw?
Somos una agencia pensada para uso y consulta del periodismo independiente en Cuba, pero con una visión más artística de la fotografía. Nos proponemos que la foto que usa el bloguero o el medio virtual para ilustrar sus textos, deje de ser el cliché, esa imagen tan manida del país, casi siempre pobre técnica y estéticamente.
La idea es reunir imágenes y no fotógrafos. Aunque es muy difícil divorciar una cosa de otra. Ahora mismo en el sitio tenemos entre diez o doce fotógrafos. No todos cubanos y no todos de la ciudad. De hecho estamos contactando fotógrafos de Santiago de Cuba y aunque las cosas no se han concretado la gestión está hecha.
Es fotografía de Cuba, pero no necesariamente desde Cuba. Pueden ser fotógrafos que estén fuera, pero que conserven la mirada del cubano.”
¿No te parece eso un poco impreciso?
No, la idea es atrapar la identidad del fotógrafo. Una identidad que no se pierde aun cuando se viva lejos. Pasa con muchos extranjeros que vienen a Cuba, hacen buenas imágenes y sientes que no hay una intención cubana detrás, por muy espectaculares que sean sus recursos. Es solo una postal. Es casi imperceptible, pero es un ángulo muy diferente al que tira un fotógrafo cubano o un fotógrafo identificado con Cuba.
Ni mejor ni peor. Otra mirada.
¿Y qué mirada pretende CubaRaw?
Hay una pretensión artística. Te hablé del extranjero porque, al fin y al cabo, ellos son los que vienen a Cuba y tienen tremendos lentes, tremendas camaronas. Y CubaRaw no siempre tiene esa técnica a su favor, pero tiene que haber una noción de lo que es composición fotográfica, ajuste de colores, trabajo con las luces. Cosas así como que una foto hecha por una camarita digital puede verse muy bien con unos simples retoques.
¿Retoques?, ¿periodismo? Estas palabras no siempre conjugan bien. Me suena a falsear la realidad, ¿no te parece?
Para nada, solo hablo de luces y balances, pero eso lo decide el mismo fotógrafo. En el caso de Walfrido López, por ejemplo, él no permite que sus fotos sean manipuladas digitalmente.
Hay otros que, aun cuando su foto sale de una cámara deportiva, quieren que quede tal cual salió, porque de alguna manera eso le imprime el sabor de la precariedad a la imagen o, como sucedía con la foto analógica que uno no podía retocar, que se convertía en una caja de sorpresa y no dejaba de tener cierta magia.
Esa es otra de las cosas que queremos hacer. Rescatar rollos. Escanearlos, digitalizarlos e incorporarlos al archivo. Ya hay una pestaña en el sitio que tiene antiguas fotos de La Habana.
Pensamos también en trabajar por encargo. Queremos que nos soliciten imágenes para libros, publicaciones periódicas, investigaciones. Recientemente la artista y curadora cubanoamericana Coco Fusco, por ejemplo, nos pidió imágenes de performances callejeros para un proyecto de libro.
Además, CubaRaw tendrá también su esquina audiovisual, con video reportajes más cercanos al documental.
Un espacio, una exposición
"Solo digo que la exposición será pronto", Lía se niega a precisar fechas para que, al menos, la dejen ultimar los detalles.
"La expo no es temática. Como es la primera de CubaRaw preferimos darle libertad a los fotógrafos y poner lo que quieran mostrar ellos, más allá de un concepto de curaduría. Tenemos dos propuestas de título: 'Vida plena, mente tropical' o 'A la recontra'."
"Los artistas seremos: Claudio Fuentes, Silvia Corbelle, Luis Trápaga, Petr Plácak, nilknarf, existe y, si se decide, Luz Escobar."
¿Cómo piensan solucionar el tema de la impresión, entonces?
Tuvimos que optar por la vía estatal, aunque la impresión es mala, corres el riesgo de que te cambien los colores sin consultar con el cliente, te corten un pedazo de la foto: siempre tienen un estándar y por eso no puedes salirte de formatos clásicos. Pero al menos el tamaño y el papel no son indecentes.
Lo contrario que sucede por vía privada que, aunque te sale cuatro veces más caro, puedes escoger entre muchos materiales distintos. El trabajo con lo estatal uno no se lo puede vender a nadie porque no tiene el rigor ni la calidad deseados.
Pero cómo se traga eso. ¿No puedes ir a un privado y sí al estatal?
Con el privado, como son muy pocos, pueden seguirte y amenazar a los temerosos de perder todo lo que tienen. El negocio privado es una iniciativa de la gente, veo muy irrespetuoso que la Seguridad, y no ellos mismos, decidan con quién pueden trabajar y con quién no.
A Claudio el hombre del negocio con el que trabajamos llegó a decirle que era una lástima que se identificara con su manera de trabajar las fotos y que, en general, le gustase lo que hacía.
Más allá de las consecuencias de nuestro activismo ―en mi caso y en el de Claudio―, somos personas normales, con ansias de realización personal. En los estatales, como son muchos los "Photo-Service", se logra conservar un poco el anonimato, pues no se trata de que las imágenes tengan contenido conflictivo, si no de que alguien pueda reconocernos. Igual esta vez tomamos precauciones básicas, por ejemplo, no hablar ni andar con teléfonos. Puro clandestinaje.

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