DESDE LA CUBA DEL MAR DE FELICIDAD: "Alimentos sustituidos".
Por Martha Beatriz Roque Cabello.
Por Martha Beatriz Roque Cabello.
Alimentos sustituidos.
Para nadie es un secreto que las amas de casa cubanas promedio, esperan con ansias lo que el régimen entrega en las carnicerías, para su venta normada por la mal llamada “libreta de abastecimientos”.
Hace ya algún tiempo se ha estado sustituyendo un producto por otro, entre ellos la leche de población (que está concebida su venta a niños de hasta 7 años de edad) y también de enfermos, por un producto lácteo de consuelo.
En particular el pescado no se ve por ningún lugar, apenas en las tiendas de divisas, y para sustituirlo se hace entrega de pollo en la mayoría de las ocasiones. Pero aquí en Camagüey para consternación de la población el pasado 21 de agosto repartieron en las carnicerías “masa de croqueta” en sustitución del pescado.
Esta masa cárnica, que nadie sabe de qué está hecha, pero que todos suponemos que de vísceras de res y otras partes desechables, no es del agrado popular, porque su sabor es bastante repugnante, su apariencia asquerosa, así como su olor.
Este hecho implica que la gran mayoría de los que estaban a la espera de que llegara el pescado o el pollo que lo sustituye se quedó sin tener algo que poner en la mesa.
Hace ya algún tiempo se ha estado sustituyendo un producto por otro, entre ellos la leche de población (que está concebida su venta a niños de hasta 7 años de edad) y también de enfermos, por un producto lácteo de consuelo.
En particular el pescado no se ve por ningún lugar, apenas en las tiendas de divisas, y para sustituirlo se hace entrega de pollo en la mayoría de las ocasiones. Pero aquí en Camagüey para consternación de la población el pasado 21 de agosto repartieron en las carnicerías “masa de croqueta” en sustitución del pescado.
Esta masa cárnica, que nadie sabe de qué está hecha, pero que todos suponemos que de vísceras de res y otras partes desechables, no es del agrado popular, porque su sabor es bastante repugnante, su apariencia asquerosa, así como su olor.
Este hecho implica que la gran mayoría de los que estaban a la espera de que llegara el pescado o el pollo que lo sustituye se quedó sin tener algo que poner en la mesa.
Camagüey, 26 de agosto de 2014.
Calles convertidas en ríos
En una de las calles principales de Guanabacoa, la Avenida Corral Falso, en el tramo que va desde el Anfiteatro hasta la calle San Francisco corren aguas albañales.
La situación es tan difícil que las personas tienen que caminar por todas esas aguas contaminadas que arrastran petróleo, excrementos, animales muertos y chapapote.
El fenómeno se observa un día sí y un día no, cada vez que corresponde el ciclo de suministro de agua a la población; también cuando llueve.
Los arreglos que se han llevado a cabo en las principales líneas de suministro de la capital, han hecho que algunas tuberías se contaminen con las de aguas albañales; lo que implica que en vez de arreglar, lo que hacen es destruir las fuentes de abasto y contaminar más el medio ambiente, lo que en estos momentos contribuye al aumento de las enfermedades, que ya se hacen endémicas en el país.
Habría que imaginar las vicisitudes que pasan las familias que viven en ese tramo y que en la mayoría de los casos tienen la puerta de entrada a la casa, pegada a la calle, lo que implica que también dentro de las viviendas tienen esta fetidez.
La Habana, 26 de agosto de 2014.
No se respeta el dolor de la familia
La mayoría de los funcionarios de bajo nivel en el país, están acostumbrados a maltratar a las personas a las que tienen que ofrecer servicios, y es que nada pasa y la gente ya ni se queja, porque saben que es perder el tiempo.
Este es el caso de la familia del señor Apolinar Tamayo Martínez, de 79 años de edad, el cual falleció a las 6 am del día 24 de agosto producto de dos paros cardíacos seguidos, uno en su casa por el cual fue conducido al Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñiguez”, allí lo reanimaron y con posterioridad tuvo otro paro.
Apolinar vivía en la calle Hilda Torres entre 14 y 18 en Holguín, muy cerca del Clínico.
Para poder trasladar el cadáver a la morgue del Hospital Lenin, para realizarle la autopsia, pues este servicio no lo prestan en el “Lucía Íñiguez”, tuvieron que esperar hasta la 1 y 40 de la tarde, lo que complicó también el velatorio, pues todo este proceso demoró la llegada del cadáver a la funeraria y redujo el tiempo que los familiares pudieron estar con su difunto.
El motivo por el cual hay esta demora es por la falta de transporte en los hospitales y como se puede deducir del hecho, también por el aumento de la falta de respeto al pueblo.
Este es el caso de la familia del señor Apolinar Tamayo Martínez, de 79 años de edad, el cual falleció a las 6 am del día 24 de agosto producto de dos paros cardíacos seguidos, uno en su casa por el cual fue conducido al Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñiguez”, allí lo reanimaron y con posterioridad tuvo otro paro.
Apolinar vivía en la calle Hilda Torres entre 14 y 18 en Holguín, muy cerca del Clínico.
Para poder trasladar el cadáver a la morgue del Hospital Lenin, para realizarle la autopsia, pues este servicio no lo prestan en el “Lucía Íñiguez”, tuvieron que esperar hasta la 1 y 40 de la tarde, lo que complicó también el velatorio, pues todo este proceso demoró la llegada del cadáver a la funeraria y redujo el tiempo que los familiares pudieron estar con su difunto.
El motivo por el cual hay esta demora es por la falta de transporte en los hospitales y como se puede deducir del hecho, también por el aumento de la falta de respeto al pueblo.
Holguín, 26 de agosto de 2014.
Sin importar la vida de las personas
El edificio que se encuentra ubicado en la calle Máximo Gómez esquina a Pepe Antonio, en el capitalino municipio de Guanabacoa, está en visible peligro de derrumbe; aunque en los altos hay varios apartamentos en los que viven familias completas.
No obstante, en la planta baja, hay una tienda en cup (moneda nacional): “Los Precios Fijos”, que vende artículos como colchones para las camas y ropa reciclada. Este establecimiento es visitado por numerosos clientes.
De igual forma en los bajos, hay un área de ventas, para trabajadores por cuenta propia con la característica de ser impedidos físicos.
Aunque hay carteles advirtiendo la posibilidad de derrumbe, no están en una zona visible para los que visiten las tiendas. Pero, lo que no tiene lugar a dudas es que en un edificio en el cual peligra la vida de sus moradores, no se debería permitir la ubicación de centros comerciales que también ponen en riesgo a seres humanos que por desconocimiento van como clientes a estos sitios.
Los cubanos están acostumbrados a toda esta desidia, pero la irresponsabilidad debe tener un límite.
De igual forma en los bajos, hay un área de ventas, para trabajadores por cuenta propia con la característica de ser impedidos físicos.
Aunque hay carteles advirtiendo la posibilidad de derrumbe, no están en una zona visible para los que visiten las tiendas. Pero, lo que no tiene lugar a dudas es que en un edificio en el cual peligra la vida de sus moradores, no se debería permitir la ubicación de centros comerciales que también ponen en riesgo a seres humanos que por desconocimiento van como clientes a estos sitios.
Los cubanos están acostumbrados a toda esta desidia, pero la irresponsabilidad debe tener un límite.
La Habana, 26 de agosto de 2014.
Intransigencia judicial
Alberto González Mompié de 56 años de edad y vecino de calle Batería # 189 entre Sol y Loma, Manzanillo, Granma, se encuentra sancionado por hurto a dos años de reclusión domiciliaria y actualmente está amenazado por la jueza de ejecución, de nombre Barbarita, que si no trabaja lo enviará a la prisión.
Alberto refiere que ha solicitado empleo, a pesar de que padece-desde hace varios años- de una enfermedad crónica conocida por lupus eritematoso, que le provoca extensas lesiones cutáneas y en vísceras, con frecuentes recaídas, que lo limita de muchas actividades.
Plantea este señor que solamente le ofrecen trabajo en el corte de marabú y la elaboración de carbón vegetal, actividades que no puede realizar.
Él le ha exlplicado su situación a dicha jueza, pero la misma no considera para nada su estado de salud, y –de forma intransigente- continúa exigiéndole que trabaje o de lo contrario lo ingresará en un centro penitenciario.
Si esto sucede pueden presentársele serias complicaciones que repercutirán negativamente en su vida y corre el peligro de morir.
Alberto refiere que ha solicitado empleo, a pesar de que padece-desde hace varios años- de una enfermedad crónica conocida por lupus eritematoso, que le provoca extensas lesiones cutáneas y en vísceras, con frecuentes recaídas, que lo limita de muchas actividades.
Plantea este señor que solamente le ofrecen trabajo en el corte de marabú y la elaboración de carbón vegetal, actividades que no puede realizar.
Él le ha exlplicado su situación a dicha jueza, pero la misma no considera para nada su estado de salud, y –de forma intransigente- continúa exigiéndole que trabaje o de lo contrario lo ingresará en un centro penitenciario.
Si esto sucede pueden presentársele serias complicaciones que repercutirán negativamente en su vida y corre el peligro de morir.
Manzanillo, 26 de agosto de 2014.
Triste carnaval.
Del 21 al 24 de agosto se celebraron las tradicionales fiestas de Carnaval, en Manzanillo, Granma, pero este año con la característica de tener poco esplendor, reflejo de la crisis económica que afecta al país y a todos sus ciudadanos.
Hubo un aumento considerable de la tarifa de los vehículos de tracción animal conocidos como coches, principal medio de transporte -dado al escaso número de ómnibus locales que existe-; las ofertas gastronómicas estuvieron -en su mayoría- a cargo de los trabajadores por cuenta propia, con una muy escasa representación estatal, y con precios exorbitantes.
Se pudo constatar una marcada disminución de la población asistente a las principales zonas de diversión, como la Avenida Primero de Mayo y el Malecón; también habilitaron menos áreas con música grabada en relación con otros años.
Pero –no se puede dejar de destacar- que el folclore fue deprimente. El desfile de comparsas sin lucidez, motivado por el poco colorido del vestuario, escaso número de sus integrantes y pobres coreografías.
A manera de conclusión y escuchando el sentir popular, estos carnavales una vez más quedaron por debajo de las exageradas expectativas anunciadas y divulgadas por los medios de comunicación oficialistas y los funcionarios gubernamentales locales.
Hubo un aumento considerable de la tarifa de los vehículos de tracción animal conocidos como coches, principal medio de transporte -dado al escaso número de ómnibus locales que existe-; las ofertas gastronómicas estuvieron -en su mayoría- a cargo de los trabajadores por cuenta propia, con una muy escasa representación estatal, y con precios exorbitantes.
Se pudo constatar una marcada disminución de la población asistente a las principales zonas de diversión, como la Avenida Primero de Mayo y el Malecón; también habilitaron menos áreas con música grabada en relación con otros años.
Pero –no se puede dejar de destacar- que el folclore fue deprimente. El desfile de comparsas sin lucidez, motivado por el poco colorido del vestuario, escaso número de sus integrantes y pobres coreografías.
A manera de conclusión y escuchando el sentir popular, estos carnavales una vez más quedaron por debajo de las exageradas expectativas anunciadas y divulgadas por los medios de comunicación oficialistas y los funcionarios gubernamentales locales.
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