Los grotescos y durísimos castigos de la ley iraní sobre sus ciudadanos
La mujer iraní encarcelada. (Imagen tomada de Facebook)Da igual que solo sea un vídeo de personas bailando, una mujer acudiendo a un evento deportivo o unos insultos al profeta a través de Facebook. La represión, el castigo y la censura por cualquiera de estos actos, o muchos otros que en el mundo occidental pueden parecer de lo más normal, es tremenda en Irán. Desde latigazos hasta la cárcel, desde violencia hasta la condena a muerte. Los ejemplos son múltiples y los casos no dejan de aumentar.
Poco parece importar el cambio de rumbo iraní en los últimos años que tras mucho tiempo con unas relaciones muy tensas con Estados Unidos, se ha mostrado como un fiel aliado en la región, así como un buen compañero en el que apoyarse en la lucha contra el Estado Islámico.
[RELACIONADO: Cárcel y azotes a iraníes por video de "Happy"]
Una nueva forma de afrontar la política exterior que en ningún caso ha cambiado nada en la vida diaria de los habitantes del país. Y es que las férreas leyes planean en todo momento sobre la cabeza de sus ciudadanos, que saben que tienen que andarse con pies de plomo para no acabar mal.
Es el último caso, pero no el único. Porque la familia de una mujer encarcelada clama contra la injusticia que supuestamente se está cometiendo con ella. Simplemente fue a ver un partido de volley al estadio, pero la ley iraní no permite que las féminas acudan a eventos deportivos de hombres, ya que consideran que no están adecuadamente vestidos.
Por eso fue detenida el 20 de junio junto con otras mujeres durante una protesta por no permitirlas el acceso. Mucha gente pide un cambio en la legislación, pero de momento no se concede.
Finalmente, está el hombre que ha sido condenado a muerte por insultar al profeta Mahomaa través de Facebook.
El hecho de que estuviese pasando por una época de graves problemas psicológicos no ha impedido que el tribunal le haya condenado. El Código Penal dice que si el sospechoso dice que fue por ira o por error se le cambia la sentencia por 74 latigazos, sin embargo en este caso de nada ha valido el arrepentimiento.
Las anticuadas leyes de Irán se están encontrando con un fuerte rechazo de una población que quiere avanzar a la misma velocidad que el resto del mundo. Y el primer paso es que cosas como bailar o ir a ver un partido no solo no sean consideradas delito, sino un derecho necesario para cualquiera de los habitantes del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario