viernes, 24 de octubre de 2014

La Revolución los abandonó

La Revolución los abandonó

El gobierno grita al mundo que en Cuba nadie está desamparado. El gobierno no contó con Isidro y Bertoldo para tal discurso. Ambos padecen incapacidad física y viven en precarias condiciones.

Isidro Canales (Foto del autor)
Isidro Canales (Foto del autor)
ARTEMISA, Cuba –Uno semi lisiado, el otro casi ciego. Ambos viven en lo que antes fue una guarapera del antiguo central Pablo de la Torriente Brau, en el municipio Bahía Honda de la provincia de Artemisa. Su casa fue destruida por un huracán en el año 2008.
Isidro Canales Canales, de 49 años, no pudo caminar hasta los 15 años de edad por una enfermedad que desconoce. La atención en el Instituto de Neurología de La Habana le posibilitó caminar, aunque con dificultad. A partir de ese momento trabajó en un taller automotriz del referido central azucarero, por ello su pensión es de 8 dólares mensuales.
Isidro y Bertoldo (foto del autor)
Isidro y Bertoldo (foto del autor)
Afirma que es visitado por trabajadores sociales y su caso es conocido en la policlínica local, pero no recibe atención médica especializada de forma sistemática ni cuenta con una silla de ruedas, por lo que “adonde yo me caigo, yo gateo por ahí para allá”. Isidro pertenece a la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (ACLIFIM).
La otra mitad de la antigua guarapera es ocupada por Bertoldo Carmelo Bocourt, un hombre de la tercera edad, prácticamente ciego y con evidentes síntomas de demencia senil.
Se queja Isidro del mal estado del lugar donde los han relegado y sobre todo del baño, una letrina casi en ruinas, que puede causarles a él y a Isidro un accidente.


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