sábado, 29 de noviembre de 2014

Presentes y ausentes este 27 de noviembre

Presentes y ausentes este 27 de noviembre

Cinco negros abakúas murieron en 1871 defendiendo a los ocho estudiantes de Medicina fusilados. No se conocen sus nombres y el homenaje de este año volvió a ignorarlos.
"El que no salte es yanqui" pudiera parecer una consigna atávica. Sin embargo, la tarde de este 27 de noviembre se volvió a escuchar en La Habana, durante la marcha en conmemoración del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina por el gobierno colonial español en 1871.
La marcha estuvo dedicada a la brigada de médicos cubanos que ayuda a combatir el ébola en África, en especial a Félix Báez, médico que contrajo el virus, y a los estudiantes de Ayotzinapa.
Al frente del desfile, enormes banderas cubanas, desplegadas por estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Habana, seguidas por la banda de música y los estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Otras consignas acompañaron la marcha: la tradicional "Patria o Muerte"; "Viva la Revolución"; "Viva la FEU"; "Viva Raúl"; incluso "Esta calle es de Fidel", que en unos segundos cambió a "Esta Cuba es de Fidel".
Siguiendo la tradición de convertir toda marcha conmemorativa en un acto de "reafirmación revolucionaria", incluso si los hechos recordados ocurrieron durante la Colonia, se dejó escuchar por el audio también que los estudiantes reclamaban la liberación de "los cinco héroes prisioneros del imperio".
Esta caminata desde la colina universitaria hasta La Punta, lugar donde ocurrió el injusto fusilamiento, es una de las tradiciones más arraigadas dentro del ámbito estudiantil habanero. Las víctimas de estos hechos se convirtieron en símbolo de conciencia nacional, por eso la consigna más oportuna fue, tal vez, "Marchemos por el orgullo de ser cubanos".
Sin embargo, los estudiantes de este 2014 marcharon como quien camina hacia la parada de la guagua. Excepto los que llevaban las banderas, los demás hablaban de las novias; una parejita se besaba apasionadamente; algunas muchachas se retocaban el maquillaje con espejitos de mano, y un grupo de varones hasta llevaba una botella de Havana Club, de la que tomaban tragos y luego la escondían de la vista de los profesores.
El 27 de noviembre de 1871 murieron también, a bayonetazos, cinco hombres negros, abakuás, que fueron a defender a los ocho estudiantes. Los nombres de estos se han perdido en la historia. Fueron desconocidos por una sociedad racista desde la Colonia y desconfiada de todo lo que significara religiosidad desde 1959. Hoy, la mayoría de los cubanos ignora la existencia de ellos.
En una celebración separada, ni siquiera paralela, se recordó a estos héroes anónimos. Solo unas sesenta personas asistieron, sin botella de ron.
En 1998, Tato Quiñones publicó un artículo en La Gaceta de Cuba recordando la existencia de estos hombres y desde 2006 comenzaron a rendirles homenaje. Ya en 2010 la procesión, espontánea y popular, sacó a la calle por primera vez íremes verdaderos, no artísticos. Al año siguiente, tuvieron que pedir permiso al Comité Central del Partido para realizar la celebración, a la cual asistió una apurada Caridad Diego, según testimonio de uno de los participantes. Después de ese año, nunca más han tenido permiso para hacer la procesión.
Alrededor de 2009 Pedro de la Hoz publicó un artículo, cuya segunda versión ha salido en Granma. Allí, el periodista narra los hechos y sentencia: "Los 8 estudiantes de Medicina y los cinco hombres que lucharon por redimirlos suman 13 semillas que debemos honrar a un mismo tiempo y lugar". Palabras justas y hermosas en el papel, pero que la misma oficialidad de la que Pedro de la Hoz es vocero, no se ha encargado nunca de aplicar en la práctica.
Habría que ver si el próximo año, en lugar de decirlo, lo hacen, y los cinco héroes anónimos llegan al homenaje oficial, antes de que los ocho con nombres terminen por desaparecerse también entre tanto "reclamo por los cinco" espías en la "calle de Fidel".

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