lunes, 22 de diciembre de 2014

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: ESCANDALOS EN SANTIAGO DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA


El 22 de diciembre en la Historia de Cuba

• 1692 -

- Escándalos en Santiago de Cuba.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 719-720 nos describe los acontecimientos del 22 de diciembre de 1692 en la Historia de Cuba:

   “Viejas y constantes rencillas entre los vecinos de Bayamo, hijas de la forma en que se había hecho el repartimiento de hatos y corrales, existían en la antigua población en 1684. El desenfreno culminó en el asesinato del capitán Arias Maldonado. Las luchas se desarrollaban siempre en torno a los procedimientos adoptados para el gobierno de la comarca y para la aplicación de la justicia en la misma. La ambición solía sobreponerse a todo. La muerte premeditada y alevosa de Arias Maldonado, por la propia gravedad del caso, sirvió de oportunidad para contener los graves males sufridos.

   “"Después de tan triste lance -contó Jacobo de la Pezuela- volvieron a gobernar allí durante muchos años las justicias ordinarias, hasta que en el de 1684, ocurriendo siempre debates y competencias entre los alcaldes, envió el gobernador de Santiago por teniente suyo al capitán Andrés Cisneros, recibido por los bayameses con repugnancia y con discordias. Tanto repugnaron el Ayuntamiento y los vecinos el depender de jueces militares que obtuvieron del condescendiente Villalobos que se dividiese en dos jurisdicciones el gobierno de Bayamo, una política y otra militar: aquélla encargada a los alcaldes y esta al sargento mayor D. Sebastián Romano Castañeda."

   “El sargento mayor Juan de Villalobos, gobernador de Santiago de Cuba, al pretender encontrar la solución del conflicto bayamés en la separación de las jurisdicciones ordinaria y militar, labró su propia desgracia. El capitán general Severino de Manzaneda se enojó por haber dictado Villalobos aquellas y otras providencias sin contar con su acuerdo, y ordenó a Francisco Roa que en nombre suyo suspendiese en sus -funciones al Gobernador, lo aprehendiera y le instruyese causa criminal. Las medidas dispuestas por Manzaneda no podían ser más radicales ni más violentas. El juez encargado de llevarlas a cabo era capaz para cuanto se le mandaba y para mucho más. Francisco Roa tenía espíritu de inquisidor.

   “Demasiada prisa se dio Roa en iniciar la persecución contra Villalobos. Llego la noche del 22 de diciembre de 1692 a Santiago de Cuba, e inmediatamente comenzó sus actuaciones. A espaldas del Gobernador, sin comunicarle prevención alguna, hizo reunir el Ayuntamiento en sesión extraordinaria. Exhibió ante el cuerpo municipal sus credenciales, declaro suspenso, a Villalobos, asumió el mando y libro las ordenes conducentes a su arresto. El Gobernador, noticioso de todo esto, se retiro sin dilación a El Cobre, seguido de gente armada y algunos adictos. Santiago de Cuba paso por duros trances, convertida la población, por obra de la intemperancia de las autoridades, en teatro de escándalos, cuyas consecuencias sufría aun el Departamento Oriental, en la primera mitad de 1693, para mengua y vergüenza de sus principales actores.”

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