lunes, 26 de enero de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: FRUTOS DE LA MALDAD.

POR: GUIJE CUBA


El 26 de enero en la Historia de Cuba

• 1855 -


Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 57-58 nos describe los acontecimientos del 26 de Enero de 1855:

   “A todo plan concebido y desarrollado necesariamente en la reserva y en el secreto solían en Cuba ir anejos los frutos de la maldad proveniente de hombres sin conciencia ni pundonor. La vigilancia se extremaba, las prevenciones se mantenían con celo y persistencia y el espíritu de conservación propia permanecía en guardia. A veces la sagacidad de ciertas gentes lograba triunfar de la previsión de los buenos. Así y todo, en las luchas por la redención de los pueblos esclavos, la perversidad se irguió en momentos decisivos y malogró los esfuerzos mejor encauzados.

   “En los albores de la segunda mitad del siglo XIX, tras los fracasos de Agüero, Armenteros y López y de los conspiradores de Vuelta Abajo, el patriotismo cubano emprendió nuevos afanes bajo las inspiraciones de Ramón Pintó. La conducta infame de un malvado, Claudio Maestro, probó cuán cierto era que los empeños más puros y las ansias más generosas quedaban en ocasiones a la merced de quienes no sabían ser sino secuaces de la protervia. Claudio Maestro, presidiario español fugado de Ceuta, se había refugiado en los Estados Unidos de América. En relaciones con revolucionarios cubanos, logró venir a la Isla con anuencia de los mismos y hasta con encargo de repartir entre los elementos populares y dentro de los cuarteles proclamas insurgentes. En Cuba, puesto que se preparaba astutamente, trató de conseguir y consiguió la confianza íntima de los directores del movimiento. Colocado en esa situación privilegiada, sólo aguardó el momento propicio para que su traición malograse toda la obra de los patriotas al tiempo de ofrecer ésta el mejor aspecto.

   “Claudio Maestro se hizo pasar en Cuba por un Antonio Rodríguez. A principios de 1855 supo que el movimiento organizado por la Junta Revolucionaria, presidida por Ramón Pinto y en la que figuraban hombres de la valía de Nicolás Pinelo, José Antonio Echeverría y Benigno Gener, se hallaba a punto de ofrecer los frute tos que de ella se esperaban para la Isla. Entonces se dio prisa en delatar todo lo que se tramaba. Se valió para ello de un paisano suyo -Maestro era español, natural de Zamora- nombrado José Ramos, comerciante de La Habana.

   “Maestro comunicó a Ramos cuanto sabía después de sus viajes a los Estados Unidos y al interior de la Isla conduciendo dineros, armas, órdenes y confidencias procedentes de la Junta Revolucionaria. Y el 26 de enero de 1855 Ramos visito al Capitán General, José Gutiérrez de la Concha, y lo puso en antecedentes de la vasta conspiración con tantos sacrificios trabajada.”

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