Cuba noticias, Lawton, La Habana, (PD) Roba titulares la actual polarización que desde el 17-12-14 tiene lugar en las filas opositoras Cuba adentro.
En relación con los últimos intentos alentados por los órganos represivos del régimen militar totalitario castrista por eliminar el liderato de Berta Soler al frente de Damas de Blanco “Laura Pollán” llama la atención lo que en su edición del pasado 17 de febrero publica el rotativo miamense El Nuevo Herald firmado por Nora Gámez y titulado “Damas de Blanco en el exilio piden renuncia de Berta Soler”.
Se trata de que -y siempre desde el exilio- dieciséis ex miembros del movimiento firmaron una carta en que piden la renuncia de Berta Soler y la realización de elecciones para dotar al grupo de una nueva directiva tras calificar los hechos vistos desde el fragmento de un video editado y enviado a la web para la ocasión como un “abominable acto de repudio”.
De todos es conocido que los actos de repudio son propios de “comunistas” y “fascistas”, entonces, ¿existe mejor opción para el descrédito que involucrar a las Damas de Blanco en uno de estos patéticos episodios?
Las firmantes subrayaron la “valiente trayectoria” de Alejandrina de La Riva en la lucha por la liberación de todos los miembros del grupo de los 75” y pidieron la expulsión de todas las mujeres que participaron en este evento.
Resulta muy singular como se pierde la perspectiva y se pretende marcar pautas a quienes viven bajo aprensiones y peligros muy ciertos, desde las “amargas playas” del exilio.
En algunos casos en las primeras etapas, los que marcharon al exilio lo hicieron con una o más condenas de muerte en su haber o con el riesgo cierto de una que otra ejecución extrajudicial. No tuvieron otra opción. Felizmente, hoy no es el caso y el sacrificio de esos que afrontaron la lucha armada y en unos casos, perdieron la vida, en otros, sufrieron el más atroz de los cautiverios y en todos, dieron el santo y seña de la palabras libertad y democracia, marcaron la pauta de heroísmo con la que abonaron el espacio para la lucha pacífica actual.
Ellos nunca intervienen para marcar pautas y sí para dar su aporte con un apoyo muy respetuoso, estimado y agradecido. Quienes desde el exilio se prestan para servir de caja de resonancia para estas y otras vilezas de hoy, son personajes anodinos que en Cuba nunca alzaron la voz sin permiso.
Lo cierto es que a ninguna de las firmantes de la carta se las obligó a exiliarse. Lo hicieron afirmadas en el derecho que les está consagrado y ciertamente, verlas involucradas en algo que todos sabemos a quién o a quienes responde, es más que significativo.
En Cuba circula un texto firmado por ‘Alerta Cuba’, otro grupo de cubanos exiliados, titulado “Alejandrina”. En él, sus autores afirman que el esposo de Alejandrina García de la Riva, Diosdado González Marrero, quien fuera condenado a 20 años en prisión en la Primavera Negra de 2003, trabajó en Villa Maristas, cuartel general y sede de la policía Seguridad del Estado como militar o trabajador civil del Ministerio del Interior y que posteriormente, tanto él como su esposa, Alejandrina García de la Riva, trabajaron en el centro penitenciario Canaletas, en Matanzas, él en condición de reeducador y ella en un almacén.
Curiosamente, no se trataría solo de estos casos. Ex oficiales de la policía Seguridad del Estado o simplemente del Ministerio del Interior, siempre ‘heroicamente’ y con la bendición de poderosos intereses, hoy están insertados en la oposición y en la prensa independiente. Lo están, casi con las mismas ventajas que cuando sirvieron a la “revolución socialista”. Siempre apoyados por financistas ocultos y poderosos intereses. Siempre desde tierras norteñas.
Lo más destacado entre las últimas manipulaciones es lo que algunos afirman desde ambas orillas, sobre que “se está en contra del restablecimiento de relaciones entre Cuba-Estados Unidos”. Lo que en realidad se debate –al menos en Cuba- es el posicionamiento sobre la ilegitimidad del régimen militar totalitario cubano y la demanda para que este régimen dialogue en Cuba con los actores políticos internos.
Nadie está en contra de llamar embajada a la actual Sección de Intereses, se trata de que no sean eliminados los actores políticos legítimos como Berta Soler y que para ello, se cierre filas con el nuevo elenco opositor aglutinado con el dinero de origen incierto y los intereses que los identifican.
Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com
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