jueves, 19 de febrero de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: JUSTICIA DE PI Y MARGALL.

POR: GUIJE CUBA


El 19 de febrero en la Historia de Cuba

• 1897 -

-
Justicia de Pi y Margall.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 105-106 nos describe los acontecimientos del 19 de febrero de 1897 en la Historia de Cuba:

   “En Francisco Pi y Margall se manifestó una cualidad rara en la política europea: la comprensión del destino de América. Las voces de Víctor Hugo y Giuseppe Mazzini, alzadas en 1870 para señalar a los Estados Unidos de América la obligación ineludible de cooperar a la libertad de Cuba, no habían logrado crear doctrina entre los directores de las potencias del Viejo Mundo. Pi y Margall, abroquelado con ideas análogas a las expuestas por Hugo y Mazzini, fue en España, a fines del siglo XIX, "el único político de altura que acertó a ver con claridad la magnitud del problema colonial". ¿Cómo juzgaba las aspiraciones de Cuba?

   “Precisas eran las ideas de Pi y Margall sobre Cuba. "Cuba está, con sobrado motivo, cansada de una dominación que, sobre impedirle que se gobierne por sí misma, la estruja y la hace pasto de la voracidad de políticos hambrientos. Cuando no fuese más que por nuestras vergonzosas dilapidaciones, no podría menos de aspirar a sacudir el yugo." En toda Europa, no sólo en España, la postura de Pi y Margall constituyó un caso excepcional.

   “Pi y Margall no pudo dejar de poner su atención en lo contradictorio del juicio europeo acerca de Creta y Cuba. "Se levantan Cuba y Filipinas por su independencia -esto trazó su pluma-, y no hay en España quien no las califique con los más duros epítetos. Los insurrectos de Cuba son unos ingratos y unos bandidos, y los de Filipinas, además de bandoleros y desagradecidos, monos que apenas alcanzan la categoría de hombres." ¿Se discurría de la misma manera en cuanto a Creta? Pi y Margall afirmó: "Se alzan ahora los cretenses, y todo el mundo bate palmas. ¿Hay nada más hermoso, se dice, que verlos luchar por sacudir el yugo de los otomanos? Son griegos de origen, tan griegos, que, según la mitología helénica, se suponía nacido a Júpiter en uno dé los montes de la Isla. Pues aspiran a formar parte de Grecia, y Grecia los busca, como la madre a sus hijos: ¿hay cosa más justa que satisfacer los deseos de la una y los otros?" El repúblico español no censuraba el raciocinio, sino la inconsecuencia.

  “Caso de lesa humanidad era el de España contra Cuba. "Cubanos y filipinos se quejan de la conducta de España, como los cretenses de la de Turquía. Como los cretenses, habían recurrido otras veces los cubanos a las armas y habían obtenido promesas no siempre cumplidas. Viven los filipinos bajo una servidumbre aún más depresiva que la de los cretenses, bajo la servidumbre del fraile. ¿Cómo tanta deferencia para los sublevados de Creta, y tanto rigor y desprecio para los de Filipinas y Cuba?" Así discurría Pi y Margall el 19 de febrero de 1897. Las naciones de Europa intervenían sin rebozo en los disturbios de Creta, y nadie protestaba. Se admiraba en Creta el renacimiento del genio y del empuje de la Grecia de Pericles, y hasta una guerra general contra Turquía se hubiese visto con júbilo para salvar a Creta. En cambio, un solo clamor se alzaba para condenar, no menos que a los colonos rebeldes del Nuevo Mundo, el propósito de los Estados Unidos de inmiscuirse legítimamente, por solidaridad, en el rudo choque que depauperaba a Cuba. La justicia de Pi y Margall reclamó para Cuba un trato por parte de Europa semejante al aplicado por Europa a Creta.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario